Groupe Optel ha cerrado un acuerdo con la multinacional Coca-Cola para implementar un proyecto piloto en una de las plantas de la embotelladora Coca-Cola Femsa en Brasil, que permitirá seguir la trazabilidad de cada botella de pet hasta el proceso final de reutilización de la misma.
El objetivo de Coca-Cola es lograr maximizar la reutilización de sus envases de plástico, a fin de dar "una solución concreta" a un grave problema medioambiental.
El sistema que Optel instalará en las líneas de producción hará un seguimiento de cada uno de los envases en todo su ciclo, ya que dispondrán de códigos de identificación específicos y únicos, a fin de garantiza un mejor control de la calidad, reducir costes y desperdicios y combatir la falsificación asegurando la cadena de siministro.
Coca-Cola Femsa tiene 48 fábricas en doce países (diez de ellas en Brasil), por lo que de resultar exitoso el proyecto piloto, Optel optaría a un contrato de millones de dólares. Además, la compañía canadiense ha afirmado que, si bien éste es su "primer gran contrato en economía circular", ya está en conversaciones con otras multinacionales para desarrollar proyectos similares.
Hasta este año, Optel, con 700 empleados en todo el mundo y una facturación por encima de los 100 M$, tenía el foco de su negocio de fabricación y desarrollo de soluciones de inspección y trazabilidad en el sector sanitario y farmacéutico.