Repsol consigue otro hito importante en su compromiso para impulsar la economía circular. En 2015, la compañía comenzó a alimentar de manera experimental aceite procedente del reciclado químico de residuos plásticos, convirtiéndose en el primero en utilizarlo a escala industrial. Actualmente, Repsol ha obtenido la certificación ISCC PLUS en su complejo de Puertollano (Ciudad Real), para las primeras toneladas de PE y PP circulares, ya disponibles comercialmente para sus clientes en Europa. Las poliolefinas circulares de Repsol se producen alimentando, como materia prima alternativa, aceites obtenidos a partir del aprovechamiento de residuos plásticos no aptos para reciclado mecánico.
De otro modo estos residuos acabarían en el vertedero. Esta nueva materia prima se alimenta junto a la materia prima convencional en su refinería, limitando el consumo de recursos no renovables y permitiendo mediante el proceso establecido por ISCC Plus, asignar la parte correspondiente a las poliolefinas producidas en el complejo.
Estos materiales certificados garantizan la trazabilidad de los residuos plásticos usados en origen y a la vez ofrecen la misma calidad y funcionalidad que las poliolefinas vírgenes, con lo que Repsol pone a disposición de sus clientes un portafolio de productos con material reciclado para aplicaciones con altos requisitos de limpieza y seguridad, ideales para el envasado alimentario.