El Ministerio de Hacienda ha abierto una fase de consulta pública a través de su página web para analizar la viabilidad de un futuro impuesto sobre artículos de plástico de un solo uso destinados a contener y proteger bienes o productos alimenticios. El anuncio fue hecho por este organismo el pasado viernes 28 de febrero junto con otra medida similar aplicada al transporte aéreo y establece un periodo de quince días en el que las organizaciones y asociaciones más representativas potencialmente afectadas por la futura norma, o bien cualquier ciudadano interesado, puedan hacer llegar sus comentarios. La medida se toma en respuesta de la comunicación que se realizó el pasado año de la Comisión Europea al Parlamento Europeo, al Consejo, al Comité Económico y Social Europeo y al Comité de las Regiones “Revisión de la aplicación de la normativa medioambiental 2019: Una Europa que protege a sus ciudadanos y mejora su calidad de vida”.
En este documento se recoge que el aumento de los impuestos medioambientales y la reducción de las subvenciones perjudiciales para el medio ambiente forman parte de los principales retos medioambientales a los que se enfrenta España. Según los datos que maneja la Unión Europea en España los ingresos por impuestos medioambientales están entre los más bajos de entre los socios, con un porcentaje del 1,83% sobre el PIB frente a una media del 2,4% en el conjunto de la Unión.
Con el establecimiento de un impuesto que grave los envases de plástico de un solo uso, se pretende minorar el número de unidades de estos productos que son puestas en el mercado y, por ende, reducir su consumo, de forma que se prevenga la generación de residuos plásticos, con la consiguiente reducción de los costes de gestión de residuos y, en especial de los que pudieran derivarse de su abandono en el medio ambiente. Hacienda destaca a este respecto que el volumen de residuos de envases de plásticos se situó en 2017 en los 1,6 Mt, unas cifras similares a los niveles precrisis.
El establecimiento de impuestos al plástico para frenar el consumo de los formatos monouso es, desde hace pocos años, una posibilidad que está muy presente en el mercado. A la espera de que se definan ciertos detalles sobre la nueva directiva de envases monouso, que entrará en vigor el año que viene, el Comisario Europeo de Medio Ambiente Virginijus Sinkevicius hizo públicas a principios de año unas declaraciones en las que insistía en la necesidad de reducir de forma drástica el consumo de plástico a través de prohibiciones (camino que se está siguiendo en el mercado francés) o impuestos (con Italia como ejemplo más claro de esta medida).