Casi medio centenar de importantes empresas del sector del papel y la celulosa han desarrollado de forma conjunta, en coordinación con la asociación Aspapel, un proyecto estratégico nacional (Perte) denominado ‘Bicircularidad descarbonizada del papel’, con el objetivo de acceder al Plan Nacional de Recuperación y Resiliencia, que canalizará las ayudas europeas del programa Next Generation EU.
Un total de 49 empresas con instalaciones en España (entre ellas, pertenecientes a grupos como Saica, Smurfit Kappa, Hinojosa, DS Smith, Torraspapel, Miquel y Costas, Lantero, Papel Aralar, Iberboard o Sarrio ) han entregado al Ministerio de Industria un proyecto inversor por valor de 1.396 M€ a ejecutar en los próximos tres años , que abarca aspectos como la mejora de la competitividad, la digitalización y la economía circular, todos ellos objetivos prioritarios de los fondos europeos. Según ha señalado Aspapel, los 180 proyectos que conforman este plan permitirían generar 4.200 puestos de trabajo directos y otros 8.500 indirectos. Además, se ha querido destacar la vertebración territorial y la especial atención a la España vacía, dado que el plan Papel BCD se desarrolla en once Comunidades Autónomas y 123 proyectos, el 68% del total, se ejecutan en localidades de menos de 5.000 habitantes, con la inversión y creación de empleo que ello conlleva.
En concreto, el Plan BCD se ordena en cuatro grandes bloques: la reducción de la huella ambiental, para lo cual se habrían presupuestado en torno a 563 M€; la economía circular del papel, que absorbería otros 144 M; la descarbonización (302 M€) y la transformación digital (133 M). El primero de estos objetivos se aborda con mejoras de eficiencia energética y reducción del uso de agua en el proceso de fabricación y con el impulso de la ecoinnovación mediante el desarrollo de bioproductos papeleros bicirculares (renovables, reciclables y reciclados masivamente) y bajos en carbono, como alternativa a los productos intensivos en carbono procedentes de fuentes no renovables. La segunda línea de actuación se orienta a reforzar el liderazgo del papel en la economía circular, con mejoras en la valorización de los residuos de proceso y en la calidad del reciclaje y su medición.
Por lo que se refiere a la descarbonización, el proyecto BCD incluye actuaciones encaminadas a la sustitución del gas y combustibles fósiles por combustibles renovables e hidrógeno verde en las cogeneraciones (eCogeneracion), la incorporación de biogás e hidrógeno verde como combustibles con impacto neto nulo para cubrir la demanda de energía térmica en la producción de celulosa y papel y la integración de instalaciones de generación de electricidad a partir de fuentes renovables (fotovoltaica, biomasa, residuos renovables, etc.). Por último, la cuarta línea de actuación del proyecto se refiere a la transformación digital, avanzando en el concepto de fábrica digital donde todos los medios productivos están conectados, las cadenas de suministro están integradas y los canales de distribución y atención son digitales. Esto incluye, además, la digitalización de la cadena de suministro, la interacción con los clientes y los canales de distribución.
Aspapel ha puesto el acento sobre el "efecto multiplicador sobre la economía", dado que la cadena de valor del papel tiene un importante efecto multiplicador sobre el conjunto de la economía española y por cada millón de € de valor añadido directo se generan 2,2 M€ en el valor añadido nacional. También la solvencia probada del sector del papel y la celulosa, que ha logrado durante el difícil 2020 mantener su cifra de negocio, en el entorno de los 4.500 M€, gracias a la explosión del e-commerce, la mayor demanda de productos higiénicos y su "alineamiento" con tendencias relacionadas con la sostenibilidad y la sustitución del plástico por materiales reciclables y con menor impacto ambiental. En concreto, la facturación del sector de la celulosa y el papel se estima en torno a los 4.480 M€ en 2020, con una caída en la producción de papel fue de apenas un -2,6% con respecto al año anterior, pese a la pandemia, e incrementos en los segmentos de papeles para cartón ondulado (+5,1%) y en los papeles higiénicos y sanitarios (+3,2%). La producción total se situó en 6,27 M de toneladas de papel y 1,65 M t de celulosa.
Aspapel es la organización profesional de ámbito estatal que agrupa a las empresas del sector de la celulosa y el papel, en concreto sus asociados producen más del 90% del volumen del sector, que suma 79 fábricas y mantiene 16.600 empleados. Se trata de una industria fuertemente inversora (1.700 M€ en planes de inversión en los últimos cinco años) y con gran capacidad exportadora (el 43% de su producción se destina a otros mercados).