CCL Label, especializada en soluciones de etiquetado, seguridad y envasado, ha presentado una nueva versión de su material de funda de poliolefina de baja densidad 'EcoFloat' (el cual se comercializa desde hace más de dos años), con la nueva 'EcoFloat WHITE'.
Esta nueva versión permite una mayor reciclabilidad de los envases de productos lácteos y otros productos sensibles a la luz. Según explica Guenther Birkner, miembro del equipo directivo de CCL, "la industria láctea suele utilizar botellas de materiales opacos como el HDPE para botellas de yogur y bebidas probióticas o productos similares. Sin embargo, estas botellas blancas rara vez se reciclan para aplicaciones alimentarias por varias razones, como las estrictas normativas sobre contacto con alimentos". Y añade que su objetivo es apoyar la tendencia que han observado en el sector de la alimentación y las bebidas, pero también en el del hogar y el cuidado personal, a utilizar envases a PET transparente.
Para Marika Knorr, Directora de Sostenibilidad y Comunicación de CCL Label, el uso de botellas de PET transparentes con sleeve blanco dota a las empresas de dos beneficios: la botella es totalmente reciclable y, a la vez, ofrece la posibilidad de maximizar los mensajes y la información obligatoria que se ofrece a los consumidores en la botella.
Un requisito clave de los productos lácteos es que bloqueen la luz para mantener el producto fresco y alargar su vida útil. Tradicionalmente, esta barrera de bloqueo de la luz se conseguía con una capa de tinta negra o plateada, la cual podía resultar perjudicial para la clasificación y el reciclaje, ya que el sistema de detección por infrarrojo cercano (NIR) utilizado habitualmente podía tener dificultades para detectar el material subyacente.
Para superar esta barrrera, CCL ha desarrollado tintas sin carbono, que crean propiedades adicionales de bloqueo de la luz pero funcionan bien en la detección NIR. El sleeve también ayuda con el paso crucial del proceso de hundimiento/flotación en el reciclado de PET, ya que está fabricado con material de poliolefina de baja densidad que flota, por lo que la separación por densidad es muy sencilla y limpia: los copos de PET más pesados se hunden en el fondo del contenedor, mientras que el material flotante se acumula en la parte superior del contenedor y puede capturarse y retirarse fácilmente.
El reciclador se queda con escamas de PET limpias y de alta calidad que pueden reciclarse en envases de calidad alimentaria para la industria láctea y otros sectores.