El 5 de junio de 2023, coincidiendo con la celebración del Día Mundial del Medioambiente, se presentó oficialmente la marca de Industria de Plásticos Española y Sostenible, un reconocimiento otorgado por Anaip a las empresas del sector que están integrando la sostenibilidad en su día a día, esforzándose por minimizar su huella ambiental y mejorar su impacto social y económico en su entorno. Cuando se cumple el primer aniversario del lanzamiento de la marca, 19 empresas la han conseguido.

Las últimas empresas en obtener la marca han sido Amiblu, especializada en la producción de tubos de PRFV; Ercros, primera empresa de química básica española; y Eversia, que se dedica a la fabricación de bolsas. Se suman a otras empresas como Plasgen, Extrusa, Nutripack, Plastifer o Nudec. El Sello de Industria de Plásticos Española y Sostenible es un proyecto que se empezó a desarrollar más de un año antes de su lanzamiento con un grupo de trabajo compuesto por representantes de la asociación y expertos de algunas de las empresas asociadas. El mismo nació con vocación de rigor, fiabilidad y referencia y supone un doble reconocimiento para las empresas que lo consiguen: por fabricar en España, apoyando el empleo nacional y el fortalecimiento del tejido industrial del país; y por cumplir criterios de sostenibilidad económica, social y medioambiental.

Estos criterios están recogidos en un documento que funciona como checklist que no solo sirve para que las empresas comprueben lo que cumplen y lo que no, sino que puede utilizarse como lista de tareas para marcar el camino a aquellas empresas que estén empezando a incorporar la sostenibilidad en su día a día y no tengan claro cómo materializarlo.

Para facilitar el proceso, los criterios se organizan en una tabla divididos entre el área medioambiental y la socioeconómica que las empresas reciben cuando solicitan la obtención de la marca. Cada punto incluye varios parámetros cuyo cumplimiento se demuestra con la entrega de evidencias. Un equipo auditor de la asociación se encarga de verificarlas y determinar qué categoría de sello le corresponde a la empresa: una, dos, tres estrellas o excelencia, acuerdo que luego es ratificado por un comité interno también de la asociación.

Además de avanzar hacia la descarbonización, la optimización del uso de los recursos o la minimización de su huella ambiental, se tiene en cuenta que el impacto de las empresas en su entorno y para sus trabajadores sea lo más positivo posible. Por ejemplo, que potencien el empleo local, que tengan políticas de buen gobierno, que potencien el desarrollo profesional de sus trabajadores o que faciliten medidas de conciliación.

“Es el momento de trabajar por la sostenibilidad y de mostrar a la sociedad que la industria de plásticos de nuestro país es una industria proactiva, innovadora, comprometida con la circularidad de sus productos y la sostenibilidad de sus empresas y que aporta valor”, afirma Luis Cediel, director general de Anaip.