El pasado 3 de julio fue un hito para la industria taponera, con la entrada en vigor a nivel europeo de la directiva 904/2019 que establecía, entre otras medidas, la obligatoriedad de que los envases plásticos para bebidas de un solo uso de menos de 3 l de capacidad contaran con tapones solidarios al cuerpo del envase. La jornada, no obstante, pasó desapercibida puesto que la industria al completo (desde los desarrolladores de moldes a los fabricantes de cierres o los embotelladores y envasadores) viene realizando importantes esfuerzos para adecuarse a la normativa desde 2020-2021, esfuerzos traducidos especialmente en potentes desembolsos para adecuar sus instalaciones a la producción o uso de los nuevos cierres y dotarlas de capacidad suficiente para ello y, sobre todo, para desarrollar modelos que cumplan con la normativa sin que se vea comprometida su funcionalidad, precisamente, uno de los aspectos que han generado más controversias entre los consumidores.
Polémicas aparte, la implantación de esta normativa, junto con el resto de legislación medioambiental que ha ido viendo la luz progresivamente, especialmente en materia del uso de plásticos, ha sido en los últimos años la palanca dinamizadora de la industria a nivel industrial, técnico, operativo y de innovación, aglutinando millonarias inversiones que volvieron a ser cuantiosas en el último ejercicio, aunque menores que en años anteriores, a la espera de que las embotelladoras comenzaran la implantación definitiva de los cierres en las botellas y el mercado se fuera ajustando.
Esto se prevé que genere crecimiento en el sector en el próximo año, tras un 2023 en el que las materias primas principales (plástico y aluminio) bajaron su coste respecto al curso previo, aunque, en el caso del aluminio, las previsiones apuntaban a una nueva subida en la segunda mitad del año. En cualquier caso, esto bajó el precio medio de los cierres y también contribuyó a que los ingresos de las taponeras cayeran respecto a 2023 alrededor de un 3% según los datos de Alimarket Envase, lo que supone cifrar el mercado en alrededor de 1.220 M€; en volúmenes, por su parte, la bajada habría sido superior, rondando el 3,5% principalmente por el descenso de la producción de piezas para perfumería y cosmética. El motivo hay que buscarlo en el stock de materias primas acumulados en los últimos años entre las envasadoras de productos de cuidado personal.
El atractivo de la industria del packaging impulsa las operaciones empresariales
Todas estas cuestiones están situando al sector del packaging como uno de los más dinámicos de los últimos años tanto a nivel de innnovación, donde se pone el ecodiseño en el centro de la estrategia, como a nivel empresarial, ya que su actual atractivo está alimentando continuos movimientos accionariales y operaciones de compra-venta de activos como la reciente compra de Weener por parte del norteamericano grupo Silgan, una operación que consolida el liderato de éste en nuestro país, donde pasará a contar con tres plantas de producción y un volumen de negocio de más de 160 M€ centrado principalmente en los mercados de la perfumería y cosmética, además de alimentación y salud.
Previamente, el mercado había asistido a otra operación de relevancia protagonizada en este caso por la irundarra Betapack, uno de los grandes protagonistas de la transición hacia el tapón solidario, que ha decidido apostar por Europa vendiendo la planta que operaba en Brasil, gestionada por su filial Mirvi. Con el colchón que ha logrado, ya se plantea nuevas operaciones en el continente. Por su parte, Cap Sustainable Solutions ha cogido vuelo en el último año, tras un año con la puesta a punto de su infraestructura industrial y su plan de negocio, en el que se incluye igualmente una apuesta por la cercanía (prestando servicio principalmente en Europa y África, sede de sus empresas) y la sostenibilidad, incluyendo también material reciclado en sus desarrollos, que llegan ahora también a los mercados de cuidado personal y del hogar. Otra gran operación del mercado ha venido de la mano de Eviosys, que ha cambiado recientemente de dueños y que está en plena reestructuración de su presencia en España, con un cambio en la función de su centro sevillano, referente en la fabricación de tapas twist off.
Todas estas cuestiones son analizadas en profundidad en el Informe 2024 del sector de cierres y tapones en España, donde se referencian las más de 45 principales empresas que conforman la industria taponera en nuestro país, incluyendo sus datos de ventas y volúmenes comercializados. Se da cuenta igualmente de la estructura accionarial de estas compañías y de las principales magnitudes del mercado, entre las que figuran producción y comercio exterior.