Aunque a demanda se encuentra en un momento frío y existen en el horizonte una serie de incertidumbres que generan una terrible bruma sobre el comercio internacional, el sector de embalaje para uso logístico, se encuentra listo una vez más para navegar por terra incognita valiéndose de sus mejores armas, esto es, su capacidad de adaptación y su apuesta por un producto con valor añadido. Pese al panorama, hay motivos para pensar que esta vez también se conseguirá superar la prueba con éxito.