El fabricante de envases metálicos Domiberia, con sede en Agoncillo (La Rioja), ha afrontado el desarrollo de un proyecto de optimización de su cadena de suministro que, además de elevar su competitividad, le ha permitido cumplir con la directiva europea en el ámbito de la trazabilidad de alimentos. Para optimizar la trazabilidad de los 300 tipos distintos de latas que fabrica y comercializa, la compañía confió a BT la implantación de 'BT Trace', junto a los servicios profesionales necesarios para su correcta gestión.
Cerrada la operación de compra de Domiberia, sus responsables decidieron cambiar de proveedor de Enterprise Resource Planning (ERP), optando por SAP, pero sin renunciar a las funcionalidades de 'BT Trace'. Permite a los consumidores conocer de dónde proceden los alimentos que llegan a su hogar y por dónde han pasado a lo largo de su viaje desde la granja a la mesa. El seguimiento de las latas significa que los materiales utilizados para producir cada una de esas latas están monitorizados, registrados y archivados. Si se lo pidieran, Domiberia podría ofrecer una respuesta sobre su producción en cuestión de minutos.
Tres de las plantas españolas, las situadas en Agoncillo, Vigo y Molina de Segura (Murcia), contaban con sistemas de código de barras de BT Trace, que permiten seguir cada paso del proceso de principio a fin dado que proporciona la funcionalidad de seguimiento de activos. El sistema, totalmente integrado, entró en funcionamiento en las fábricas de Molina y Agoncillo en diciembre de 2015, mientras que la factoría de Vigo se incorporó en enero de 2016. El despliegue de cada punto se realizó en fin de semana, mientras la plata permanecía inactiva. El soporte a los sistemas BT Trace ha corrido a cargo de Seidor, socio de Domiberia para SAP, y todos los sistemas han funcionado sin ningún problema desde el momento de la integración. El equipo de servicios profesionales de BT trabajó en las instalaciones de Domiberia durante el periodo en el que se desarrolló el proyecto. Sin embargo, el desarrollo se llevó a cabo fuera de allí para evitar el impacto operacional. Se creó una red privada virtual (VPN) entre el Reino Unido y España para las pruebas. Cuando llegó el momento de la entrega, el nuevo software se suministró en remoto a través de la VPN.