El mundo del packaging ha entrado en 2018 con una prioridad absoluta: mejorar su sostenibilidad. Un capítulo en el que, tal y como ha avanzado la Comisión Europea en su documento "Una Estrategia Europea para los Plásticos en una Economía Circular", el plástico debe ser clave. Se abre un periodo de fuertes cambios tecnológicos en esta industria, en el que se hará necesaria una reformulación en todos los frentes, desde la propia concepción de plástico y el aprovechamiento de sus desperdicios industriales, hasta el diseño del packaging y, sobre todo, su reciclado y reutilización.
Por lo pronto, la gran patronal europea del sector, PlasticsEurope, ha sido la primera en aplaudir el documento de esta institución, concentrada como está desde hace años en conseguir eliminar el residuo plástico de vertederos. El anuncio procedente de la Unión Europea ha sido además la espita que ha disparado declaraciones relativas al mundo del packaging en todo tipo de sectores, desde el gran consumo, con casos como el de Coca-Cola (que trabaja en un proyecto más transversal en torno a sus envase), Danone o Unilever, pero también, obviamente, en el mundo del packaging e incluso en la gran distribución (con la cadena británica Iceland a la cabeza) o las cadenas de alimentación rápida (en este caso, McDonald's).
La necesidad de una revisión de la política de residuos y reciclado en Europa no se puede entender sin los cambios legislativos que se han producido en China respecto a la importación de residuos de baja calidad, un cambio que ocurrió a finales del pasado año y que amenaza con inundar Europa de materiales desechados para los que no existe una red de procesado con capacidad suficiente. Con vistas a poder crear una industria más eficiente de reciclado, y ya de paso solucionar parcialmente el problema que dejará el Brexit a las arcas comunitarias, la Unión Europea ha puesto también sobre el tapete la opción de generar un nuevo impuesto de corte medioambiental sobre el que se debatirá próximamente. Un guante que también ha sido cogido por el gobierno británico, país además muy preocupado por el volumen de residuos que está generando la industria del café on the go y que urgen a que se busque una solución de reciclado práctica, si es necesario, por la vía impositiva.
Enero ha sido también un mes extraordinario a la hora de hablar de movimientos empresariales. En algunos casos se trata de operaciones de largo recorrido, como la venta de la mayoría de las acciones de Schoeller Allibert, una operación de la que se lleva hablando más de un año, la reciente autorización que ha recibido el grupo Saica para hacerse con la francesa Emin Leyder, productor de embalajes de cartón ondulado, que se anunció al mercado el pasado mes de septiembre; o la compra del grupo francés Axilone, especializado en packaging para uso cosmético, por parte del inversor chino Citic, operación que se gestaba desde el pasado verano.
Junto con estas operaciones, también ha habido importantes compras como la del grupo Albea por parte de PAI Partners o la adquisición del grupo Fedrigoni por parte de Bain Capital, movimiento que afectó a la española Arconvert, dedicada a la producción de etiquetas. En clave más local, el grupo italiano CDS ponía un pie en el mercado español con la compra de Manufacturas Inplast y un gigante del mundo de los aditivos plásticos, PolyOne, también apostaba por nuestro país al hacerse con el fabricante de masterbatches IQAP. Más allá de las operaciones que afecta a varios países, destaca la última compra de Docuworld, la guipuzcoana Nomura, especializada en etiquetas autoadhesivas.
Precisamente el mundo de las etiquetas ha sido uno de los más activos este mes en cuanto a inversiones, con Ovelar a la cabeza, que busca potenciar su línea de sleeves, pero también con las operaciones para duplicar instalaciones de Adhegraphic o los desembolsos en equipamiento digital de Etilisa. Pero por encima de todo ha destacado la inversión que ha anunciado Verallia, un total de 50 M€ para remodelar sus plantas españolas. Precisamente una nueva planta es lo que ha estrenado Ulma, tras una inversión valorada en 5 M€, un centro de última generación para su área de termosellado, una de las que más ha crecido en los últimos años.
También la cartonera Smurfit Kappa ha inaugurado instalaciones este mes, en su caso un centro de reciclaje en Málaga con el que fortalece su oferta de papel recuperado en la región. La alemana Schutz, con un fuerte desembolso en su planta española de contenedores de IBC y las inversiones que el grupo Inden va a desarrollar en sus centros, completan el ranking de los presupuesto más elevados que se han anunciado este mes de enero.
A nivel de producto, cabe destacar sobre todo el último lanzamiento de Ball, un envase de reducidas dimensiones con el que, tal y como busca la industria de las latas de bebidas, se pretende dar un nuevo arma a la lucha contra los excesos de las bebidas azucaradas reduciendo de forma significativa su consumo.