La presencia del Grupo Europac en toda la cadena de valor de la industria del embalaje le convierte en un ejemplo del modelo de economía circular, señala la compañía a través de un comunicado. Un modelo caracterizado por utilización de materia primas naturales y recicladas, la optimización de los consumos de materiales y el aprovechamiento del 80% de los residuos generados en el proceso de producción.
Entre los ejercicios 2017 y 2018, las inversiones en minimizar el impacto ambiental, mejorar la gestión de los residuos y aumentar la eficiencia de los procesos ascienden a 13,4 M€, de los que 8 M€ corresponden al ejercicio en curso.
En el contexto del Día Mundial de Reciclaje, celebrado ayer, 17 de mayo, la compañía se reafirma en su voluntad de convertirse en un gestor integral de residuos en la Península Ibérica, con tres centros de tratamiento y valorización de residuos en España y otros tres en Portugal, en los que Europac dispone de licencias ambientales para tratar más de 150 tipos de residuos diferentes.
El papel recuperado es una parte de estos residuos, que se valorizan como materia prima en el proceso de producción de papel de todas las fábricas del grupo. En concreto, 365.000 t anuales de papel recuperado, un 40% de las necesidades de esta materia prima, proceden del autoabastecimiento. Con el papel resultante se fabrica la plancha de cartón que se convertirá en embalaje, un producto biodegradable y reciclable fabricado a partir de materias primas recicladas.
Sin embargo, el reciclaje y la valorización de residuos también están presentes a lo largo de todo el proceso de producción. Primero, el 90% del agua necesaria para diluir y transportar las fibras de celulosa procedentes del papel recuperado se recicla en circuitos cerrados para reutilizarse en otros procesos o se devuelve al medio natural después de pasar por las estaciones depuradoras de aguas residuales (EDAR).
Además, en los filtros de las EDAR quedan unos lodos que, después de someterse a un proceso de compostaje, se transforman en abonos orgánicos para el sector agrícola. Del mismo modo, la arena procedente del proceso de depuración de la pasta de celulosa se valoriza como materia prima en empresas de los sectores cementero y cerámico.
Por último, en el proceso de producción del embalaje, el único residuo generado son recortes de cartón procedentes del proceso de converting, donde la plancha de cartón ondulado se corta y se troquela para convertirse en una caja. Estos recortes de cartón se incorporan de nuevo al proceso como materia prima.