La empresa española Dríade Soluciones Medioambientales ha lanzado una metodología para medir la reciclabilidad real de los envases que permitirá al consumidor identificar las opciones más responsables con el medio ambiente. Esta metodología ha sido presentada en ‘Sustainability in Packaging Europe 2019’, el evento sectorial sobre sostenibilidad de envases más importante de Europa, celebrado esta semana en Barcelona.
La metodología desarrollada por Dríade SM, con el apoyo científico de la Cátedra UNESCO de Ciclo de Vida y Cambio Climático ESCI-UPF, propone que la reciclabilidad de los envases y el porcentaje de material que queda disponible para un reciclado de calidad se muestre a través de dos tipos de acreditaciones informativas: el Certificado y el Sello de Reciclabilidad.
El Certificado de Reciclabilidad es una autodeclaración mediante la cual las empresas fabricantes de envases y/o empresas envasadoras, pueden identificar el porcentaje de material de envase disponible para un reciclado de calidad. El Sello de Reciclabilidad es la ecoetiqueta voluntaria que las empresas podrán incluir en los envases para mostrar el resultado obtenido en el Certificado.
Raquel Iglesias, directora general de Dríade Soluciones Medioambientales, explica que “esta metodología aspira a convertirse en un estándar común en la industria ya que es necesario que todos rememos en una misma dirección con el fin de alcanzar el tan ansiado reciclaje de calidad que permita la perduración de materias primas durante el mayor tiempo posible en los ciclos productivos. Es de vital importancia que todos los eslabones de esta inmensa cadena aportemos soluciones con un mismo horizonte: la sostenibilidad y la perduración del planeta tal y como lo conocemos”.
En el análisis desarrollado por Dríade SM y la Cátedra UNESCO de Ciclo de Vida y Cambio Climático ESCI-UPF se evalúan todas las fases de reciclado del envase, ya que el fin último es mejorar su reciclabilidad desde la etapa de diseño del mismo, para obtener un material reciclado de calidad. Para ello se tienen en cuenta tanto las diferentes características de los envases como el color, los materiales o las dimensiones, así como las tecnologías actualmente disponibles y aplicadas, para lograr un reciclado de calidad viable.
“Lo innovador de esta metodología es que el resultado no mide únicamente la cantidad de material disponible para volverse a reciclar, sino también la calidad de ese material, que es muy importante”, recalca Iglesias. Los resultados son revisados por la Cátedra UNESCO de Ciclo de Vida y Cambio Climático ESCI-UPF, para garantizar el cumplimiento acorde los criterios recogidos en los procedimientos del Sello de Reciclabilidad.