Ante la creciente presión ejercida sobre los recursos del planeta, el uso de envases alimentarios con menor huella ecológica resulta cada vez más importante para reducir el volumen de residuos generados. Casi las dos terceras partes (63%) de los consumidores estadounidenses valoran el uso de envases que mantengan la frescura de los alimentos y bebidas como un factor importante en su toma de decisiones. Por su parte, un 33% de los consumidores británicos se decantan por envases alimentarios que indiquen el tiempo que llevan abiertos. Y en España, un 78% de los consumidores consideran que la disminución de los desechos alimentarios es tan importante como la reducción de los residuos de envases.
La reducción de los residuos alimentarios admite diferentes planteamientos comunicativos. En Noruega, los filetes de salmón Fiskeriet (1) incorporan una barra de conservación que indica el tiempo restante hasta la fecha de caducidad del producto: tres, seis o nueve días. El control de las porciones también puede ser un factor fundamental en la reducción del volumen de residuos. En Holanda, por ejemplo, los sobrecitos de arroz mágico Lassie (2) contienen la cantidad de arroz ideal para una persona con el fin de evitar que sobre producto. Y en Suecia, los filetes de ternera de Canadá ICA Selection (3) tienen una duración superior a la habitual para aumentar las opciones de consumo.
En un mercado como el de las bebidas, cada vez más competitivo, las innovaciones en los métodos, la funcionalidad y los materiales de envasado son importantes de cara a garantizar la integridad del producto, incluidas su frescura, calidad y sostenibilidad. Sin embargo, según los estudios de Mintel, los envases ocupan una posición muy retrasada en la lista de prioridades de los consumidores a la hora de elegir sus alimentos y bebidas, lo que indica que no entienden bien la función que desempeñan. En EE.UU., menos de uno de cada veinte consumidores (4%) considera que los envases son un factor importante en la compra de alimentos y bebidas. De hecho, el mismo estudio muestra que los consumidores de bebidas solo siguen las prácticas de sostenibilidad más básicas y creen que la responsabilidad en ese ámbito recae en las marcas fabricantes.
Prácticamente todos los productores de bebidas, sean fabricantes de agua, té, zumo o café, han optado por utilizar latas y envases 100% reciclables, ligeros, duraderos y de diseño atractivo, y algunas incluso han empezado a aportar soluciones creativas para atender las necesidades de los consumidores. Mtn Dew Amp Game Fuel (4), de Pepsico, es una bebida pensada para los amantes de los videojuegos, que se comercializa en latas antideslizantes de 473 ml, provistas de una tapa con sistema de cierre.
Otra tecnología de envasado inteligente es la que incorporan las latas autoenfriables. En 2018, los establecimientos 7-Eleven realizaron una prueba de mercado con la bebida de café Fizzics Sparkling Cold Brew Coffee (5), que se presentaba en una lata autoenfriable patentada, llamada “Chill-Can”. La tecnología de enfriamiento se activa con CO2 y tarda unos 90 segundos en enfriar la lata desde la temperatura ambiente. Aunque la disponibilidad de esta tecnología de envasado todavía es limitada, es probable que despierte el interés de algunos consumidores, sobre todo de los más jóvenes. Un 30% de los representantes de la generación Z y un 34% de los millennials afirman que les parece una innovación interesante.
La popularidad de la fina y esbelta silueta de las latas delgadas sigue aumentando con los nuevos lanzamientos de productos. La bebida energética Red Bull fue la primera en introducir las latas delgadas que ahora utilizan muchas otras bebidas gaseosas. Según Mintel, la cuota de mercado de las latas delgadas entre las bebidas en lata lanzadas en el periodo 2014-2019 se ha duplicado con creces.
Las oportunidades más claras residen en realizar innovaciones de amplio alcance que ayuden a los consumidores tanto a vincular los envases con la integridad del producto, como a desarrollar un compromiso personal más estrecho con la sostenibilidad.
Mintel ha detectado que la funcionalidad de los envases es una de las demandas que comparten los consumidores de todo el mundo. Es esencial que los envases contribuyan a disfrutar de un uso más sencillo, rápido y limpio de los productos.
En EE.UU., un 40% de las usuarias de productos de belleza mayores de 18 años quieren que los envases de productos de belleza y cuidado personal sean fáciles de utilizar y funcionales. En Reino Unido, el 40% de los hombres y las mujeres mayores de 16 años prefieren que los productos de belleza y sus envases les permitan ahorrar tiempo en sus hábitos diarios de cuidado personal. Por su parte, en la región de Asia y Pacífico, un 11% de los nuevos productos de belleza y cuidado personal lanzados al mercado en 2018 destacaban su facilidad de uso, y se incrementaron un 37% entre enero de 2015 y julio de 2019.
En China, los lápices de ojos dobles permiten una aplicación doblemente sencilla. Las imágenes del envoltorio exterior del rímel y lápiz de ojos de Michaux Guangzhou (6) transmiten eficazmente la facilidad de uso asociada a la doble funcionalidad del tubo y sus aplicadores duales. Como es un producto que solo se comercializa por internet, el diseño esencialista del envoltorio exterior pone de manifiesto su facilidad de uso y su valor añadido, pese a que los consumidores solo puedan ver una imagen reducida del producto y su envase en la pantalla de su dispositivo. En Italia, el envase de trèStique (7) está pensado para facilitar las tareas de cuidado personal. Además de incluir dos tipos de rímel de ojos, el producto incorpora un rizador de pestañas acoplado al extremo del aplicador del tubo de rímel. La inclusión del rizador evita la necesidad de utilizar otro utensilio, lo que simplifica y agiliza el proceso de aplicación.
Este componente funcional del envase también ayuda a los usuarios a recordar que deben sustituir el rizador de pestañas, ya que es fundamental para evitar que el rímel se apelmace y se seque en el tubo.