La industria corchera viene trabajando desde hace años en mejorar sus sistemas de producción con el objetivo de garantizar una mejor conservación del vino (tranquilo o espumoso), con el foco puesto en el OTR (tasa de transferencia de oxígeno).
Para ello, en 2017 dio inicio un proyecto que concluyó en 2020 y que permitió identificar algunos parámetros del proceso productivo de los tapones de corcho que influían en la permeabilidad del tapón de corcho.
Sobre esta base, en 2020, se inició el “Proyecto para la determinación de la evolución de la permeabilidad al oxígeno a lo largo de las diferentes condiciones de fabricación de los tapones de corcho y el efecto de este parámetro en el vino tranquilo y espumoso”, que acaba de concluir. El objetivo principal de este nuevo estudio era corroborar si las diferencias identificadas en el ensayo realizado en el laboratorio sobre la permeabilidad al oxígeno de los tapones de corcho se podían apreciar en el vino.
Para realizar un estudio cuidadoso de cómo el proceso productivo puede influir en la permeabilidad de los tapones de corcho, se han estudiado varios parámetros. En el caso de los tapones naturales para vino tranquilo, se ha monitorizado el proceso y tipo de lavado, tipo de igualado o tratamiento superficial. En el caso de los tapones para vinos espumosos, se ha analizado el número de discos, la calidad y la densidad de los discos, el tratamiento superficial o la calidad y compresión del aglomerado.
El estudio ha resuelto que la oxoluminiscencia se considera un método válido como método de medida de la permeabilidad al oxígeno de los tapones de corcho, puesto que las conclusiones extraídas a nivel de laboratorio son extrapolables a la evolución del vino tranquilo (con los espumosos las pruebas no son concluyentes).
También se ha constatado que la aportación de oxígeno después del tapado con un tapón de corcho correctamente embotellado proviene del propio tapón de corcho y no del ingreso de oxígeno externo, y que el proceso de embotellado es crítico en términos de regularidad y control del ingreso de oxígeno, para conseguir la evolución deseada del vino a nivel analítico y sensorial, al igual que interviene la posición de la botella tras el taponamiento y las condiciones de almacenamiento.
Todos los conocimientos adquiridos serán utilizado para modular el proceso de producción y aumentar la homogeneidad de los tapones de corcho natural, así como para determinar sistemas de embotellado que respeten, por ejemplo, el tiempo de recuperación del tapón inmediatamente después del tapado (de uno a cinco minutos), durante el cual las botellas no deben moverse. Igualmente, pasado ese tiempo, deben almacenarse en posición horizontal.
El proyecto lo ha desarrollado la Fundación Instituto Catalán del Corcho como centro de investigación y coordinador, y ha contado con la colaboración de J. Vigas, Manuel Serra, Francisco Oller y Tapones y Especialidades del Corcho. También ha contado con la colaboración del Comité Champagne y el Instituto de Ciencias de la Vid y el Vino de la Universidad de La Rioja.ado en