El Grupo Adapa, nueva denominación desde finales del pasado año de Schur Flexibles, está ampliando su capacidad de producción de bolsas de envasado retráctiles con una serie de fuertes inversiones. Este plan incluye una mejora significativa del Centro de Excelencia de materiales retráctiles en Kempten, en el sur de Alemania, que permitirá aumentar sensiblemente sus umbrales. Además, la planta de Reino Unido en St Helens en el norte de Inglaterra, se está ampliando actualmente para incluir dos líneas de bolsas retráctiles de última generación, con las que se pretende ofrecer a los clientes británicos en particular una disponibilidad aún más rápida.
Las bolsas retráctiles son una solución de envasado probada durante décadas y, al mismo tiempo, un auténtico producto de alta tecnología: los materiales retráctiles modernos son extremadamente finos y constan de varias capas diferentes que confieren al envase correspondiente sus propiedades especiales. El envasado retráctil es enormemente eficaz y ofrece a los productos envasados la mejor protección y conservación de la calidad a lo largo de todo su ciclo de vida: desde el almacenamiento hasta la venta en el punto de venta, pasando por el transporte y la distribución.
Asimismo, se utilizan como envase de maduración para determinados productos, como el queso o la carne. Con sus propiedades de barrera óptimamente adaptadas a los respectivos productos envasados, garantizan una calidad de producto de primer nivel. En términos de aspecto y tacto, el envase retráctil es un “envase honesto”: presenta su contenido de forma claramente visible y tangible desde todos los lados. Además, la buena imprimibilidad ofrece muchas posibilidades para una presentación llamativa de la marca, ya sea en el mostrador de servicio o en el lineal de autoservicio de los minoristas de alimentación.
En aras de la conservación de los recursos y la protección del clima, Adapa se esfuerza con toda su cartera de soluciones de envasado flexible por combinar el mejor rendimiento del envasado y el mejor uso de los materiales. Las bolsas retráctiles combinan una protección fiable del producto –que contrarresta así el desperdicio de alimentos simultáneamente– con un uso mínimo de material. Por ejemplo, para el envasado de maduración de una rueda de queso de unos 3,5 kg solo se necesita una bolsa retráctil con un peso aproximado de 12 g: en conjunto, una excelente relación entre el peso del producto envasado y el del material de envasado.
Como parte de su iniciativa de replanteamiento en toda la empresa, el Grupo Adapa colabora con sus clientes para promover la sustitución de los envases convencionales por alternativas más sostenibles. Un buen ejemplo de ello es la ‘VACUshrink(re) MEX 55’: la bolsa retráctil de alta barrera, adecuada para envasar carne o queso, no requiere reticulación. No contiene capas de PA ni barrera de PVDC y está certificado como reciclable al emplear el PE como material. Este producto fue galardonado con el WorldStar Award 2023 en la categoría de Materiales y Componentes de Embalaje y también ganó el Premio Alemán de Envases 2022 en la categoría de Sostenibilidad y el Premio PackTheFuture 2023 en la categoría de Diseño para el Reciclaje, y recientemente ha sido preseleccionada para el Premio de Envases Medioambientales.
Los materiales retráctiles del Grupo Adapa están disponibles tanto en bolsas prefabricadas como en láminas planas. Para las bolsas retráctiles, hay diferentes formas de sellado, como sellos inferiores y laterales en diferentes diseños, así como configuraciones de sellado con formas especiales. Las bolsas retráctiles, que se suministran sueltas, apiladas, encintadas o perforadas en rollo (POR), se pueden procesar de forma óptima en todas las máquinas de envasado habituales, ya que tienen excelentes propiedades mecánicas, así como una excelente capacidad de sellado. Esta solución de envasado probada y al mismo tiempo muy actual tiene un gran potencial de futuro gracias a su buena compatibilidad de protección del producto y conservación de los recursos.