Lactalis, la primera compañía láctea a nivel mundial, sigue avanzando en la transformación de su modelo de gestión, producción y cultura empresarial, teniendo en cuenta en todas sus fases el impacto medioambiental, social, económico y de buen gobierno. Así, su Plan Estratégico de RSC 2023-2025 plantea una serie de acciones para el cuidado del planeta con foco en el bienestar animal, la descarbonización de la actividad industrial el uso de packaging responsable y la economía circular, al tiempo que apuesta por una logística más inteligente y sostenible, mejora la gestión de los residuos industriales y reduce la huella hídrica.
Las estrategias de Lactalis para lograr la sostenibilidad de sus envases, preservando la calidad y la seguridad alimentaria, se centran en utilizar material reciclado (30% del packaging general y 98,5% de papel reciclado en el caso del cartón ondulado empleado en los productos), un diseño que consigue que el 80% de los envases sean reciclables y ofrecer información para su reciclado y adecuada gestión de los residuos en más de la mitad de ellos.
En los últimos años, Lactalis España se ha adelantado a las exigencias de las regulaciones europeas, como las pajitas de plástico de sus batidos, que han sido sustituidas por pajitas de papel certificado FSC, o los tapones unidos a los envases de cartón complejo y a las botellas de leche y de yogur para beber ( obligatorio en toda la UE desde el pasado mes de julio), de modo que se pueda garantizar que se reciclan correctamente.
Además en 2023, Lactalis Nestlé fue pionera en la categoría de café con leche refrigerado listo para tomar gracias a la fabricación de sus vasos de Nescafé Latte con un 30% de plástico biobasado de segunda generación, un material no procedente de recursos renovables directamente, sino de los residuos producidos tras utilizar estos recursos. El plástico biobasado se utiliza en los vasos mediante el balance de masas certificado bajo la norma ISCC (Certificación Internacional de Sostenibilidad y Carbono, por sus siglas en inglés), como garantía de trazabilidad y de gestión sostenible de toda la cadena de suministro.
Otra de las patas de la compañía en materia de economía circular es la gestión de residuos industriales. En 2023, Lactalis recuperó 1.139 t de cartón (equivalentes a unos 7,5 M de cajas), 48 t de plástico (222.000 m2) y 231 kWh de electricidad mediante el proyecto de gestión de residuos que desarrolla desde hace años con el Grupo Saica, a través de la división Saica Natur.
Las plantas de Granada, Mollerusa (Lérida), Nadela y Villalba (Lugo), Marchamalo (Guadalajara), Villarrobledo (Albacete) y Zamora poseen la certificación ISO 14001, ya que responden a todas las exigencias ambientales de la Administración y de la sociedad en cuanto a optimización de la gestión de los recursos naturales y de los residuos. Además, desde 2022 la planta de Granada cuenta con la certificación en Residuo Cero ya que recicla o reutiliza el 99,8% de los residuos que genera.
Otro de los frentes de Lactalis es la reducción del desperdicio alimentario, el cual se lleva a cabo por distintas vías. Desde dentro, con la mejora de los procesos productivos, fabricando con el mínimo necesario, aminorando las pérdidas de materias primas por la mejor gestión del stock de las preparaciones, optimizando las recetas reduciendo su complejidad o mejorando la comunicación sobre cantidades mínimas, plazos de entrega o volumen de los contenedores con los proveedores.
Y desde fuera, generando biogás a partir de restos de leche no aprovechables (entre las citadas plantas de Nadela, Villalba y Villarrobledo más de la de Peñafiel en Valladolid se destinan 2.349 t anuales de residuos a este fin) o realizando donaciones de alimentos, como los más de 1.100 t de alimentos lácteos donados en 2023 a diversas ONG y bancos de alimentos.
Lactalis tiene como propósito alcanzar la neutralidad de emisiones de dióxido de carbono en 2050, asegurando organizaciones, métodos y herramientas más eficientes y eficaces, y limitando el impacto de su actividad. Así, en 2023, la compañía redujo un 70,4% sus emisiones de CO2 en alcance 1 y 2 con respecto a 2019, gracias al ahorro logrado mediante la eficiencia energética y la transición hacia fuentes de energía más sostenibles, con un 50% de la electricidad utilizada de origen renovable (gracias a su acuerdo con Engie España) y la instalación de 36.057 m2 de placas fotovoltaicas.
En esta línea, durante el pasado año la compañía redujo un 14,9% el consumo de energía total de los procesos industriales, a través de la racionalización del uso de los recursos naturales, minimizando su huella ecológica y previniendo la contaminación, con proyectos como el uso de biomasa de origen forestal para la producción de energía de forma económica y renovable.
La logística de la compañía también avanza en el camino de la descarbonización, optimizando el transporte de los productos lácteos usando megatrucks, que consiguen realizar el mismo servicio utilizando 1.055 camiones menos, reduciendo el número de entregas y los kilómetros en carretera. Así, han realizado unos 431.495 km menos que el año anterior.
La estrategia de la compañía para la reducción de la huella hídrica pasa por tres objetivos: reducir el consumo de agua y reutilizar un porcentaje y reciclar otro del agua que emplea. Lactalis en España ha logrado una ratio de consumo de agua por producto fabricado de 3,06 m3 de consumo/m3, consiguiendo así un descenso del 16% respecto a 2022 y una disminución con respecto a la media de los seis años anteriores del 13,3%. Gracias a todas estas medidas, desde 2017 Lactalis España ha conseguido una reducción del 7,7% en el consumo de sus plantas, lo que supone un ahorro de 286.268 m3 de agua en nuestro país.
Lactalis está presente en 51 países a través de 270 fábricas y 85.500 empleados. En España, opera por medio de 8 fábricas y 2.500 trabajadores, a través de marcas como Puleva, Lauki, RAM, El Castillo, Gran Capitán, Flor de Esgueva, El Ventero, Chufi, Galbani o Président.