Conocidas las cuentas consolidadas de Grupo Vidrala en el pasado ejercicio, en las que se detallaban unas inversiones en inmovilizado material por importe de 151,7 M€ en 2023 y 168,8 M€ en 2024, la compañía estima que en 2025 ejecutará unas inversiones próximas a los 180 M€ en sus centros, una parte de las cuales irá a parar a su fábrica de Llodio (Álava), precisamente donde se ubica la sede de la compañía.
Y es que la planta alavesa recibiría unos 70 M€ entre este año y el próximo para la modernización y renovación tecnológica de sus dos hornos, además de otra serie de mejoras en el consumo y eficiencia energética y en el área de materias primas, como parte de un plan de competividad para el que solicita el respaldo de las instituciones vascas en forma de ayudas e incentivos fiscales a la descarbonización, así como medidas para combatir el coste de la energía, un aspecto vital en el desarrollo de su actividad. El objetivo, asegurar el futuro de esta factoría para las próximas décadas.
Además, en un contexto de debilidad de la demanda, con una caída del 9,3% en las ventas obtenidas en España en 2024, hasta los 484,4 M€ (frente a una mejora global del 1,9% en los ingresos globales de la compañía, situados en 1.588,3 M€), la dirección de Vidrala solicita el apoyo de los 250 trabajadores que componen la planta de Llodio de cara a la próxima negociación de su convenio colectivo, a los que pide moderación en el incremento de los costes salariales y demandas ajustadas a la realidad que atraviesa el sector.
Otras plantas ibéricas del grupo como la de Caudete (Albacete) o las portuguesas de Marinha Grande también recibirán inversiones en los próximos años.