La producción española de cartón ondulado creció un 4,6% en 2010, hasta los 4.207 M m2, lo que supone tibio comienzo de recuperación tras dos malos ejercicios en los que se acumuló un retroceso del 13%. Mejor fue la evolución en términos de valor, con un incremento de las ventas del 6,1% hasta los 3.715 M€, entre ventas directas (2.176 M) e indirectas (1.539 M). De largo, el cartón ondulado fue el segmento de la industria papelera española que mejor se comportó el pasado año, por delante de los cartones estucados y sobre todo, de los papeles higiénico-sanitarios y los papeles gráficos, estos últimos lastrados por el mal comportamiento del papel prensa. De manera global, la industria papelera española creció el 9,0% en 2010, hasta situarse en los 6,19 Mt, gracias fundamentalmente a las exportaciones, que aumentaron en idéntico porcentaje y alcanzaron su techo histórico.
Pero dos grandes amenazas cercenan la capacidad real de recuperación de la industria del cartón ondulado, como son la extremada situación de debilidad de la economía española y, más específicamente, la fuerte escalada alcista en el precio del papel iniciada hace unos meses, que la mayoría de las empresas aseguran será difícil de trasladar a los envases en su totalidad. En un mercado de acusado carácter cíclico como este, el incremento de la demanda europea (que se sitúa en niveles máximos de los últimos ocho años), el bajo nivel de stocks y el encarecimiento de los costes energéticos han disparado los precios tanto de los papeles kraftliner como de los reciclados.
La coyuntura económica aconseja una contención de las inversiones, pero hay quienes se saltan ese guión no escrito. Son los casos de la madrileña Hispano Embalaje o la vallisoletana Industrias San Cayetano, que han efectuado inversiones de dos dígitos para ampliar sus instalaciones, o de la levantina Cartonajes Vegabaja y la andaluza Cordobesa de Manipulados de Papel, inmersas en la construcción de nuevas plantas. Sin olvidar los 12 M€ destinados por Rafael Hinojosa (a cambio de una reducción de empleo pactada con los sindicatos), para adquirir maquinaria con la que mejorar en competitividad y garantizar la viabilidad de la compañía para los próximos años.