La adopción de medidas de ahorro energético, de agua y de sostenibilidad se ha convertido en una necesidad para la planta hotelera española. Su implantación es doblemente rentable por su contribución a la conservación del medio ambiente y por el ahorro que producen en la factura energética. El abanico de soluciones es tan amplio que, de una u otra forma, cualquier establecimiento, independientemente de su tamaño o categoría, puede adoptar alguna de ellas, ya sea desde su construcción o en una rehabilitación. Las principales cadenas ya cuentan con planes de sostenibilidad, que incluyen medidas y acuerdos con proveedores e instaladores de equipos. Además, la normativa existente obliga a la implantación de algunos equipos, sobre todo, a través del Código Técnico de la Edificación (CTE) y el Reglamento de Instalaciones Térmicas de Edificios (RITE). A medio plazo, a partir del año 2020, el objetivo de la Unión Europea es que todos los edificios, incluidos los hoteles, sean prácticamente autosuficientes energéticamente, con un consumo cercano a cero. Desde Europa, se estima que el sector de la edificación es responsable del 40% del consumo energético y del 35% de las emisiones totales, mientras el ahorro derivado de los edificios eficientes se sitúa en una media del 30%.
El interés institucional por reducir el gasto en electricidad y combustibles fósiles se manifiesta a través de subvenciones para apoyar la sostenibilidad del sector hotelero. Así, el estatal Plan FuturE, dotado con 400 M€ este ejercicio, está enfocado a la mejora de las infraestructuras turísticas basándose en la sostenibilidad y la ecoeficiencia. Otra opción es la contratación de empresas de servicios energéticos (ESE), que ofrecen auditorías para conocer el gasto energético de los edificios y facilitan la financiación de la inversión necesaria para instalar equipos que lo reduzcan. Para Nexus, una compañía especializada en estos servicios, el primer paso para el ahorro es realizar un estudio pormenorizado de nuestros consumos y demandas energéticas que nos indicará las variables sobre las que hay que comenzar a actuar. Asimismo, estas empresas nos pueden asesorar en la contratación del suministro eléctrico, que también puede ser de origen renovable. En este sentido, E.ON ha certificado ante la Comisión Nacional de la Energía (CNE) que toda la energía suministrada a los 221 hoteles de la cadena NH en España, el pasado año, fue de origen renovable.
Factura energética
El consumo energético de un establecimiento hotelero medio oscila entre el 5% y el 10% de sus gastos de explotación totales, según el Instituto Técnico Hotelero (ITH). En edificios de nueva planta, la adopción de medidas constructivas y de equipamientos pueden reducir esa cuantía hasta en un 70%, como en el caso del ‘Hotetur Playa Lanzarote’, según cuantifica el estudio de arquitectura Requena y Plaza, responsable del diseño del hotel que se inaugura el próximo mes en la isla canaria. En establecimientos ya operativos, la sustitución de equipos de calefacción o iluminación por otros renovables o de menor consumo pueden contribuir a una reducción en la factura energética del 40% de media, según datos de la Agencia Andaluza de la Energía.
En la proyección de un edificio de nueva planta el ahorro energético comienza con la orientación del mismo, intentado aprovechar al máximo la luz solar y buscando el calor del sol en los climas fríos y la protección del mismo en zonas más cálidas. Para los arquitectos el entorno y las condiciones climáticas son factores fundamentales a la hora de concebir un inmueble. Un ejemplo es el gerundense ‘Hostal Empúries’, un proyecto innovador en cuyo diseño se ha buscado aprovechar la luz natural, en función del uso de las estancias. Así, las zonas de mayor recogimiento, como la biblioteca o los baños, se han ubicado en espacios internos, mientras que las áreas más transitadas reciben iluminación natural y además tienen vistas al mar.
Para conseguir que el edificio sea eficiente habrá que añadir elementos constructivos, como los aislantes o los cerramientos, dotarlo de instalaciones de bajo consumo en iluminación, climatización o grifería, y otras de generación de energía y calor a partir de fuentes renovables, como colectores, placas fotovoltaicas, sistemas de geotermia, calderas de biomasa e incluso molinos de minieólica. El resto de equipamientos, esenciales en un hotel, como equipos de lavandería o cocina también pueden ser “verdes”. La tecnología ya está disponible y el incremento de costes respecto a los edificios tradicionales se amortiza en pocos años, según los principales suministradores de equipos consultados para este informe.
El abrigo del edificio
La energía más sostenible es la que no gastamos y, si se construye un hotel bien aislado, las necesidades de climatización artificial disminuyen. En el caso de los edificios terciarios, según datos de la Comisión Europea, el consumo por calefacción y refrigeración supera el 50% de todo el gasto energético. Para rebajar este porcentaje, contamos con fachadas ventiladas, cubiertas vegetales, aislantes (lanas minerales o poliestirenos, fundamentalmente), ventanas con perfiles de puente térmico, que incorporan aislante, y vidrio con doble o triple acristalamiento y de control solar, entre otras soluciones. Su incorporación en el proceso constructivo o de reforma evitarán las fugas de calor en invierno y la entrada del mismo en verano. Así, sólo un vidrio de triple acristalamiento consigue reducir a la mitad las necesidades de climatización, con respecto a uno normal.
Los sistemas de climatización actuales también contribuyen al ahorro energético sin renunciar al diseño, siempre que sean eficientes y su uso esté regulado. Así, con la implantación de sistemas autónomos para el control de la temperatura en cada zona o habitación se pueden alcanzar ahorros del 20 al 30%, según datos de ‘Buderus’. Hay hoteles, como el gaditano ‘Fuerte Conil’, que cuentan con sistemas de desconexión del aire acondicionado ante la apertura de puertas y ventanas. Si estos emisores se combinan con fuentes de energía renovables, el ahorro se multiplica. La implantación de algunos de estos equipos, como los colectores solares térmicos, es obligatoria desde hace cuatro años, por el CTE, para las reformas o nuevas edificaciones con consumos de agua caliente sanitaria (ACS) o con piscinas cubiertas climatizadas. Según la época y la climatología del año, los colectores pueden llegar a cubrir el 100% de la demanda de agua caliente del edificio, evitando el gasto energético de la sala de calderas.
Entre las soluciones más novedosas del mercado está la de ‘ClimateWell’, que proporciona frío a partir del sol. La innovación está basada en un sistema de absorción a través de una tecnología que permite, por primera vez, el almacenamiento de la energía solar térmica para obtener climatización y agua caliente sanitaria de forma continua. El primer proyecto hotelero desarrollado por la empresa es el ‘Sherry Park’ en Jerez, del grupo Hipotels. Otro ejemplo de equipo híbrido es ‘Aquarea’ de Panasonic, que en un mismo sistema ofrece ACS, calor y frío. Así, utiliza el aire para producir agua caliente y calentar o enfriar los edificios, mediante radiadores o ‘fan-coils’. Además, permite su conexión a colectores solares para calentar el agua.
La tierra también puede ser una fuente para obtener calor y refrigeración, a través de la utilización de sistemas de geotermia. Esta técnica, aún poco extendida, se está instalando ya en algunos establecimientos, como la futura ‘Posada de San Marcos’, en Alájar (Huelva), que conseguirá un ahorro del 75% en su factura energética gracias a este sistema. El ‘Palacio de Isora’, establecimiento tinerfeño de la cadena Sol Meliá, también aprovecha el calor de la tierra, en este caso volcánica, para obtener agua caliente. El ahorro energético anual conseguido, respecto a una instalación tradicional, es de un 40% y superior a los 50.000 l de gasóleo.
Hay edificios que, por razones estéticas, para evitar colocar los equipos en sus cubiertas, optan por otras soluciones renovables. Este es el caso del ‘Barceló La Bobadilla’, de Loja (Granada), que ha instalado unas novedosas calderas de biomasa que funcionan con hueso de aceituna. La instalación proporciona calor y agua caliente a todo el establecimiento y ha reducido la factura energética a la mitad, mientras su coste se ha amortizado en tres años, gracias en parte a las ayudas públicas recibidas. Un caso similar es el del hotel ‘Atalaya’, de la localidad guipuzcoana de Irún que, para no romper la estética de su edificio, ha optado por instalar un equipo de micro-cogeneración, que le garantiza calor y agua caliente, independientemente del clima, además de energía eléctrica. Esta última se puede verter a la red y venderla al precio que fije el Gobierno, con el consiguiente beneficio económico, o aprovecharla para consumo propio, ahorrando en la factura eléctrica.
Enchufados al sol y al viento
Para la obtención de energía eléctrica otra opción más común es la instalación de una cubierta fotovoltaica u optar por equipos más vanguardistas, como las fachadas fotovoltaicas del ‘Tres Reyes’, en Pamplona, o las barandillas del ‘Aguas de Ibiza’, que consiguen generar energía suficiente para iluminar jardines, fachadas y los exteriores del complejo, sin perjudicar su estética. Los tejados también pueden albergar un pequeño aerogenerador eólico para producir electricidad. La empresa Donqi Iberia ya ha instalado en España alguno de estos molinos urbanos, que pueden generar hasta el 70% de la energía consumida en un edificio (residencial, terciario o industrial). La vida de la turbina puede alcanzar los veinte años, mientras que el retorno de la inversión es inferior a once años, según la compañía.
Control de la luz
El alumbrado es responsable del 14% del gasto energético en edificios terciarios, según datos de la Unión Europea, y su reducción también es posible gracias a la incorporación de sistemas de control de iluminación y la utilización de bombillas LED o de bajo consumo. Desde Exeleria, una empresa de servicios energéticos, cifran en un 40% el ahorro que se puede conseguir en el gasto de la iluminación con estos sistemas, con amortizaciones en periodos de tres a cinco años, en función de las instalaciones y la inversión realizada.
Los sistemas de control de iluminación incluyen detectores de presencia humana, luces crepusculares en el exterior, gestión de toldos y persianas para aprovechar mejor la luz natural, que combinan con controles de la climatización. La domótica proporciona ya sofisticados equipos que limitan el gasto en la iluminación en las habitaciones, sin mermar la comodidad de los huéspedes, al igual que en los salones y otras dependencias. El ahorro conseguido puede llegar al 40% y la amortización de la inversión puede alcanzarse en tres o cuatro años, según la compañía Jung Electro Ibérica. El uso de LED, frente a las luminarias tradicionales, supone también importantes ahorros que los fabricantes sitúan incluso en el 90%. Como contrapartida a la mayor inversión inicial para su instalación, frente a bombillas incandescentes o halógenas, tienen una duración muy larga, de 50.000 horas de media. El interés por el ahorro energético y el negocio que genera ha llegado incluso al grupo de distribución El Corte Inglés que, a través de su división comercial y en colaboración con el grupo de domótica y automatización Inmomática, ha puesto en marcha una línea de servicios tecnológicos llave en mano eficientes y sostenibles, específica para hoteles.
Cocinas verdes
Los equipos de cocina y lavandería son otros de los grandes consumidores de energía de los establecimientos hoteleros, con un porcentaje cercano al 12% del total. La reducción de esta cifra es factible porque la mayoría de los fabricantes de electrodomésticos ofrecen en su portfolio productos de bajo consumo. Lo que hace unos años constituía una excepción hoy es una realidad, en la que las empresas se han adelantado incluso a la legislación, en parte, para sumar un argumento a unos catálogos cada vez más atenazados por las guerras de precios. Al consumo energético hay que añadir el menor gasto de agua de estos equipos. Además, un control centralizado e informatizado de los mismos incrementa los porcentajes de ahorro. Muchas cadenas incluyen ya en sus planes de sostenibilidad la compra de electrodomésticos de ‘Clase A’, la más alta eficiencia. La amortización de estos equipos, según el fabricante Electrolux, puede variar de seis meses a dos años, dependiendo de si son de frío, cocción o lavado.
A los electrodomésticos con bajo consumo en agua se pueden sumar otras medidas y equipos para disminuir su gasto, desde la concienciación a los clientes sobre el cambio de las toallas, a la utilización de perlizadores en los grifos o la instalación de sistemas de descarga parcial en los inodoros. Entre las numerosas novedades del sector de sanitarios, destinadas al ahorro, destaca el lanzamiento a finales del pasado año por la fabricante Roca de ‘W + W’ (washbasin + watercloset), que aúna en una única pieza un lavabo y un inodoro. El nuevo sanitario consigue un ahorro del 25% al aprovechar el agua del lavabo para la cisterna. Otra medida para reutilizar las aguas grises y negras es su depuración, tras lo que pueden servir para riego o para rellenar las cisternas. También se puede recoger el agua de lluvia para estos usos, e incluso, en zonas costeras, desalar el agua del mar para su posterior reutilización. Así, el citado ‘Palacio de Isora’ logra cubrir todas sus necesidades hídricas sin recurrir a la red pública, gracias a una desaladora.
La sostenibilidad también abarca otras medidas como el uso de tarjetas de pvc biodegradables, como las de Biocard, la plantación de vejetación autóctona, evitando tratarla con productos químicos, el reciclado, el uso de papel ecológico y envases retornables o la compra a proveedores con criterios ecológicos. Muchos hoteles también son “verdes” en el restaurante, con la elección de productos de temporada y provenientes de agricultores locales. Esta tendencia ha llegado asimismo a los garajes, donde se han empezado a instalar puntos de recarga para vehículos eléctricos. Una de las pioneras ha sido la cadena NH, a la que ha seguido Sol Meliá, en ambos casos con equipos instalados por N2S. n