Cada vez más, la gastronomía y el alojamiento son una experiencia, en las que la decoración juega un papel fundamental a la hora de satisfacer las expectativas del comensal o huésped. La alta competencia y el cambio de hábitos de consumo han llevado a muchos hosteleros a renovar el diseño de sus establecimientos para ofrecer una imagen modernizada y, al mismo tiempo, más funcional, de su marca de cara a fidelizar al cliente