El grupo turístico Thomas Cook ha entrado en proceso de liquidación obligatoria (compulsory liquidation) a partir de la apertura del mercado del día 23 de septiembre, además de solicitar la suspensión de cotización de sus acciones en el mercado principal de la Bolsa de Londres. De esta manera, el Servicio de Insolvencia del gobierno británico ha anunciado la cancelación de todas las reservas realizadas por Thomas Cook, tanto de vuelos como de vacaciones, así como el cierre de todas las agencias físicas del grupo. La administración británica de aviación civil (CAA) ha puesto en marcha un plan para repatriar a los turistas que se vean afectados por esta circunstancia. Asimismo, se ha nombrado a Simon Appell, Alastair Beveridge, Dan Imison y Ben Browne, de AlixPartners, y a Blair Nimmo, Jim Tucker, David Pike, Mike Pink y Ben Leith, de KPMG, como asistentes del administrador judicial. El grupo se ha visto abocado a esta situación al no concluir de manera positiva las negociaciones que mantenía Fosun Tourism Group, principal accionista de Thomas Cook, con los mayores acreedores para sacar adelante un plan de recapitalización y reorganización. Uno de los principales obstáculos podría haber sido la necesidad de un préstamo de 200 M de libras esterlinas, adicional a la inyección de 900 M.GBP que ya había sido anunciada antes del pasado verano. Este plan incluía también la división de los negocios de touroperación de la actividad de las líneas aéreas.
El proceso de liquidación tendrá una gran trascendencia en el mercado hotelero español, ya que el grupo británico es uno de los principales emisores de turistas hacia los destinos vacacionales nacionales. Asimismo, la división hotelera de Thomas Cook cuenta en España con una cartera de 25 hoteles y más de 5.300 unidades alojativas operados directamente bajo sus marcas, incluyendo el 'Casa Cook Ibiza', inaugurado el pasado mes de julio. Además, el grupo participa con la inversora suiza LMEY en la joint-venture Thomas Cook Hotel Investments, propietaria de cinco activos hoteleros en España, entre ellos el recientemente adquirido 'Sunwing Arguineguín'. Junto con estos establecimientos, el grueso de la oferta hotelera de explotación directa del grupo en nuestro país está compuesto por ocho establecimientos en Baleares (1.362 habitaciones), arrendados a Hoteles Globales y que en los últimos años se han reposicionado para incorporar las nuevas enseñas hoteleras de la británica. De hecho, la relación entre ambos fue mucho mayor hasta 2015, ya que el acuerdo de explotación en alquiler se extendía a 24 complejos de Hoteles Globales.
Además de los hoteles operados de manera directa, Thomas Cook comercializaba a través de sus redes numerosos establecimientos españoles, principalmente en Baleares y Canarias, ya fueran independientes o pertenecientes a cadenas. Algunos de ellos se integraban para este propósito bajo la marca ‘Sentido’, de Thomas Cook, si bien su operativa quedaba al margen de la gestión del grupo británico. En su último informe anual, cerrado el 30 de septiembre de 2018, Thomas Cook facturó 9.584 M.GBP, con un resultado neto de -163 M.GBP y una deuda neta de 389 M.GBP, habiendo atendido a 21,95 M de clientes.
La situación de Thomas Cook ha provocado numerosas reacciones en el sector hotelero español, comenzando por la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos - CEHAT, que agrupa a 51 asociaciones de ámbito nacional, provincial, autonómico y local. La organización pone de relieve la normalidad que viven la mayor parte de los turistas británicos en España, gracias a los seguros de viaje y el "enorme derroche de generosidad" que están realizando los profesionales del sector "para minimizar los perjuicios de la decisión tomada desde Gran Bretaña, siendo un ejemplo a imitar por otros muchos destinos turísticos del mundo". Asimismo, la CEHAT solicita "poner en marcha de manera urgente, una campaña de comunicación en el Reino Unido en el que quede claramente de manifiesto el agradecimiento del turismo español a los visitantes británicos y el deseo de que sigan apostando y confiando en España para sus vacaciones".
Por su parte, el grupo Meliá Hotels International ha hecho público un comunicado sobre la situación, con el fin de "tranquilizar a los clientes que ya estén alojados y hayan reservado sus estancias con nosotros a través de dicho grupo, garantizándoles que sus estancias podrán finalizarse en las condiciones contratadas. Igualmente, queremos asegurar a aquellos operadores que reservaron vuelos del Grupo Thomas Cook y reservaron en nuestros hoteles, que no se les cargarán los importes generados, así como la devolución de los importes pre-pagados". En la misma línea, Grupo Iberostar lamenta en un comunicado la situación de Thomas Cook, compañía con la que ha mantenido una importante relación a lo largo de su historia. Asimismo señala que "hemos puesto en marcha un plan de acción para garantizar las vacaciones de los clientes de Thomas Cook alojados en nuestros hoteles y su repatriación de forma ordenada y responsable, acorde con nuestra ética y con los programas de gestión de crisis establecidos en la compañía. Estamos trabajando, además, junto al conjunto de empresas, organismos e instituciones, para velar por el mantenimiento de la conectividad aérea con los diferentes mercados emisores".