Desde el caos de los primeros días a la progresiva normalidad relativa de las últimas semanas, las empresas de transporte y logística han evidenciado su capacidad y esfuerzo para lograr mantener el suministro de todos los productos básicos. En la actualidad, cuando ya se cumplen varias semanas de reclusión en los hogares, nos enfrentamos a un panorama muy diferente del habitual al que los operadores logísticos han tenido que adaptarse. Mientras que la venta online ha aumentado de modo espectacular, los establecimientos de alimentación físicos trabajan en medio de estrictas medidas de seguridad.1