El puerto de Barcelona ha obtenido, en 2012, unos ingresos de casi 161 M€ (+2%), una cifra de negocio positiva dado el contexto económico y el esfuerzo realizado para contribuir a la competitividad de la actividad y los operadores portuarios. Este dato confirma al enclave como el primero del sistema portuario español en volumen de negocio, además de disponer de una amplia variedad de actividades que van desde el tráfico de mercancías, de pasajeros (cruceros y ferris), actividad logística y 'Port Vell'. "La importancia de un buen comportamiento de los ingresos nos permite generar recursos propios, autofinanciarnos e invertir, que es una de nuestras funciones como infraestructura básica del territorio", indicó el presidente del puerto de Barcelona, Sixte Cambra, en la presentación del balance de el año 2012.
Al cierre del ejercicio pasado, por otra parte, se registraron unos beneficios de 43,2 M€, lo que supone un descenso del 23% respecto del año anterior, en buena parte por los resultados extraordinarios incorporados en 2011, a raíz de la aportación del Ministerio de Hacienda para el cumplimiento de las sentencias judiciales firmes anulatorias sobre las liquidaciones de las tarifas portuarias. Sin este efecto, el resultado de explotación de 2012 habría registrado un incremento del 14%, mientras que el beneficio sería un 19% mejor que el año 2011.
En cuanto a la generación de recursos, después de la aportación al sistema portuario (9,3 M€, la más elevada del sistema), el cash flow neto del ejercicio fue de 84 M€, un 7% más que en 2011. Destaca la estabilidad mantenida en este capítulo, a pesar de la coyuntura desfavorable. Esta capacidad de generar recursos, junto con la reducción del endeudamiento a largo plazo con el Banco Europeo de Inversiones (BEI), que queda en 460 M€, garantizan la liquidez y capacidad del puerto para afrontar el crecimiento futuro y las inversiones.
Nuevas inversiones
Así, durante el 2012 se ejecutó un volumen de inversiones de 89 M€, de los cuales unos 80 corresponden a infraestructuras. Aparte de las inversiones propias previstas, que para el 2013 están presupuestadas en unos 118 M€ , el puerto de Barcelona tiene proyectos de inversión privada en marcha en todos sus ámbitos, desde las grandes actuaciones en las terminales de contenedores (terminal BEST y ampliación de TCB) hasta proyectos para el transporte marítimo de corta distancia (Grimaldi Terminal Barcelona), en nuevas instalaciones en el muelle de la Energía (Tradebe y Terquimsa) y varios desarrollos en el 'Port Vell' como la Marina Bocana Norte, entre otros.
Por otra parte, el enclave portuario barcelonés canalizó mercancías por valor de más de 52.000 M€ en 2012 y totalizar más de 30 Mt de tráfico hinterland (+1,8%), es decir, lo que contabiliza el comercio sin taras ni transbordo y da una idea de la actividad comercial del entorno. Ahora bien, el volumen de tráfico total registró un retroceso del 3,8%, hasta los 42,6 Mt, motivado principalmente por la caída de las importaciones y los tráficos de contenedores, que no pudo compensar del todo el buen comportamiento de las exportaciones. Así, las exportaciones de contenedores llenos crecieron por tercer año consecutivo -casi un 9% en 2012- y ya desde 2010 superan los niveles de precrisis. En la misma proporción, un 9%, se incrementaron las exportaciones de automóviles nuevos, que también han alcanzado ya niveles de 2007. Este tráfico resultó muy afectado los primeros años de la crisis, pero gracias a las ventas en el exterior y el incremento de las operaciones en tránsito recupera posiciones y el total cerró el año con un alza del 5,5%. Otro comportamiento positivo de las exportaciones se produjo en los graneles sólidos, que duplicaron su volumen respecto al año anterior.
Objetivo: captar nuevo tráfico
A pesar de la dura situación coyuntural, el objetivo más importante para los próximos años pasa por la captación de nuevo tráfico. Las principales líneas de actuación para afrontar este reto son la ampliación del hinterland y la promoción al foreland, la consolidación del liderazgo en cruceros y automóviles en el Mediterráneo, la potenciación del puerto como uno de los principales hub de distribución de hidrocarburos y productos químicos del Mediterráneo, la negociación de acuerdos con grandes navieras y operadores logísticos internacionales para convertir Barcelona en el puerto base de su actividad y el impulso de la logística como actividad estratégica para la economía catalana. Uno de los condicionantes básicos de esta estrategia es también el aseguramiento de la conectividad vial y ferroviaria de los espacios portuarios, de modo que el puerto de Barcelona velará especialmente por la construcción de los accesos definitivos en el plazo más corto posible.