En un contexto marcado por la escasez de talento y el cambio cultural en el entorno de trabajo, la Inteligencia Artificial se presenta como una herramienta estratégica y central para los departamentos de RRHH. Esta tecnología ha dado un salto cualitativo que expande su potencial de uso en todo el proceso laboral: atracción, selección, desarrollo profesional, incorporación y fidelización.
Tanto es así, que 7 de cada 10 trabajadores considera esencial formarse en IA. Las empresas que han adoptado estas tecnologías también han demostrado que la formación es clave: un 71% de la industria manufacturera y un 64% del sector financiero están proporcionando capacitación a sus empleados, según recoge el informe "Inteligencia Artificial y Recursos Humanos: hacia una gestión del talento más inteligente y humana" elaborado por Randstad Research, el centro de estudios de Randstad.
“La IA es una herramienta cada vez más utilizada en los departamentos de recursos humanos siguiendo la trayectoria del empleado, es decir, desde el proceso de selección hasta su incorporación y desarrollo profesional en la empresa. Para liderar la IA es necesario formarse continuamente y poner en valor las competencias humanas más diferenciales e irreemplazables como la creatividad, el liderazgo o la empatía”, señala Valentín Bote, director de Randstad Research.
El estudio subraya que la IA requiere la integración de perfiles expertos para su desarrollo, supervisión y adaptación, además de especialistas que aborden desafíos relacionados con la privacidad de datos y la trazabilidad de contenidos. Asimismo, el informe destaca la necesidad de trabajadores híbridos, expertos en sus respectivos campos, pero con conocimientos sólidos en IA para adaptarse a los requerimientos de sus sectores. A pesar de su capacidad para automatizar tareas, la IA también está impulsando la importancia de competencias humanas irremplazables, como las habilidades sociales y creativas.
Principales servicios de la IA
La IA es una herramienta clave para optimizar los procesos de selección, así como seguir el desarrollo de la carrera profesional del empleado en la empresa. Repasando el ciclo de vida del talento en una organización, desde el momento de la atracción de candidatos, la IA facilita la búsqueda y la primera toma de contacto, así como la introducción y presentación de la empresa. Además de conocer mejor a los candidatos, y lo más interesante: sugerir potenciales candidatos con la ultrapersonalización. En el proceso de selección propiamente dicho, la tecnología proporciona precisión y objetividad, además de un ahorro de costes y tiempo, lo que redunda en una mayor productividad.
Finalmente, en el momento de la incorporación del candidato escogido, la IA simplifica las tareas administrativas y ofrece seguimiento a la integración y adaptación del nuevo empleado. “Una vez dentro de la organización, la IA será determinante para el desarrollo de la carrera profesional del empleado, su orientación y creación de planes ad hoc formativos, además de su motivación y fidelización en la organización”, explica Bote. Así, la IA será esencial en el futuro para la generación de contenidos formativos y también para orientar al empleado en su desarrollo dentro de la empresa. Igualmente, esta tecnología facilita el fomento de una actitud motivadora y el diseño de planes de retribución personalizados.
Riesgos que preocupan sobre su aplicación
Junto a estas ventajas, los especialistas de Randstad también han detectado una serie de riesgos sobre el uso de la IA, como la falta de transparencia, la reducción del contacto humano o la toma de decisiones equivocadas. “La IA no debe ser un agente para la toma de decisiones, sino un instrumento o una herramienta para facilitar la elección por parte de las personas”, apunta Bote. La reducción de la autonomía, intimidad y privacidad son otros riesgos detectados.
En línea con la Ley Europea de IA y el papel de la Agencia Española de Supervisión de la Inteligencia Artificial (AESIA), Randstad enfatiza la necesidad de utilizar esta tecnología de manera responsable, asegurando la supervisión humana y la protección de los derechos de los trabajadores.
Según los datos de Randstad Research, la progresiva implantación de la IA generativa en las empresas españolas dará lugar a la pérdida de cerca de 400.000 empleos netos en los próximos años. Esta cifra surge de la diferencia entre los empleos que potencialmente pueden desaparecer con la adopción de la IA por parte de las empresas (2 M) con los que se crearán fruto de las nuevas oportunidades económicas surgidas a raíz del uso general de este tipo de tecnología (1,61 M).
En paralelo, un 15,9% de los puestos de trabajo actuales (3,24 M) verán incrementada su productividad por la adopción de la IA, mientras que para el resto de los empleos actuales (15,19 M), prácticamente tres de cada cuatro, no se esperan efectos significativos. La IA replicará tareas desarrolladas por personas, haciendo que algunas competencias ya no sean necesarias. Además, transformará ocupaciones gracias a su uso y, lo que es más importante, creará nuevos empleos con perfiles capaces de crear, supervisar y modificar las soluciones de IA. Según los datos de Randstad, actualmente los especialistas de IA representan sólo el 0,3% del empleo. Se trata principalmente de perfiles cualificados en matemáticas, estadística, informática o ingeniería. “La demanda de este tipo de empleados es muy grande en un mercado laboral que se caracteriza por la escasez de este tipo de perfiles”, afirma el director de Randstad Research.