Alimarket: La Logística 4.0 comprende muchas tecnologías diferentes. ¿Cuáles están teniendo, a día de hoy, un uso más efectivo?
Hardis: La revolución digital ya está en marcha en todos los sectores de la economía. En la cadena de suministro, esto se traduce en una mayor automatización de procesos, la proliferación de robots, una mayor comunicación y una mayor colaboración e interconexión entre todos los actores, sistemas y herramientas en la cadena de valor. Como un enlace crucial, el almacén vive esta evolución lo más cerca posible y se transforma para ser más inteligente y conectado, especialmente para satisfacer las necesidades cada vez más sofisticadas de los consumidores, así como los principales desafíos planteados por el comercio electrónico, plataformas de comercio y mercado. Por ejemplo, los cobots ya se están utilizando para el manejo de tareas difíciles, repetitivas o peligrosas para los trabajadores, como el acceso a grandes estanterías, mover cargas pesadas, etc. Con ello, se pueden combatir los males inherentes a los intercambios de la cadena de suministro, como los trastornos musculoesqueléticos (TME). Por su parte, la Inteligencia Artificial y Blockchain son sin duda las tecnologías más disruptivas en el futuro, pero aún se encuentran en la etapa de investigación.
A.: España sigue siendo un país mayoritariamente de pymes. ¿Es esto un hándicap para la implantación de nuevas tecnologías?
H.: Para nosotros no, al contrario. La tecnología se ha desarrollado para nuevos modelos de negocios, a menudo impulsados por empresas nuevas que ingresan a la industria de la logística. Los nuevos modelos comerciales ‘compartidos’ podrían tener un gran impacto en el sector como nueva tecnología. La industria es uno de los mayores nuevos participantes.
A.: ¿Cuáles son las principales reticencias que se pueden plantear a la hora de incorporar tecnología 4.0?
H.: La autoevaluación del nivel de madurez digital es un ejercicio difícil de cuantificar sin un modelo de evaluación y sin experiencia en una amplia variedad de áreas de especialización. La logística 4.0 afronta, a pesar de sus beneficios, algunas dificultades para su implantación y uso. Aquellas empresas que la pongan en marcha necesitan implantar medidas de seguridad ante los potenciales peligros cibernéticos. Alcanzar el ‘riesgo 0’ no solo es imprescindible para no poner en juego la operatividad, sino que es necesario para que se produzca el intercambio de datos. Además, debemos ser capaces de responder a las necesidades de los clientes con soluciones adaptables para una integración fácil y sostenible.
A.: ¿Cómo cree que afectará el desarrollo de la Logística 4.0 a la operativa actual del tejido industrial?
H.: Según un estudio reciente de la oficina de Technavio, se espera que el mercado global de Internet de las Cosas en la gestión de almacenes crezca más del 30% entre 2017 y 2021. Para Capgemini Consulting, se conectarán entre 26 y 80.000 M de objetos para 2020. Ya en la actualidad, tecnologías como RFID, etiqueta bluetooth, sensores inteligentes, NFC (Near Field Contact) se han impuesto para modificar, por ejemplo, la gestión de inventarios, ya que es posible conocer el estado de su stock en tiempo real, sin tener que detener las actividades del almacén. Mañana, el Internet de las Cosas estará presente en masa y en todas las etapas de la cadena de suministro, lo que permitirá una mejor trazabilidad, una gestión más inteligente, ganancias de productividad, etc.Al mismo tiempo, es probable que la inteligencia artificial (AI) también transforme la cara de las máquinas que equipan los almacenes, particularmente con la contribución del “aprendizaje automático”, que permitirá a los sistemas adaptar sus respuestas a la situación dada.