Nada hace presagiar una disminución en el consumo de productos a temperatura controlada. Más bien al contrario, podríamos decir que, a medio y largo plazo, la tendencia a incorporar este tipo de productos en nuestra dieta tiene margen de crecimiento. Lo venimos observando en el comportamiento de categorías como las recetas y el gazpacho en refrigerado o la carne congelada, el último tabú de la temperatura negativa que está perdiendo los pies frente a nosotros. Esto, unido al posicionamiento de España como una potencia en la producción agropecuaria, confirma el optimismo reinante en el sector y analizado en el Informe 2024 de frigoríficos de servicio en España.
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