Los jóvenes demandan más tratamientos pro-salud cutánea que anti-edad
Hoy en día, los consumidores jóvenes consideran innecesarias las soluciones anti-edad; no en vano, el término ni siquiera se ajusta a su estadio vital. De hecho, solo el 17% de las mujeres españolas de entre 16 y 24 años creen que los factores anti-envejecimiento de los productos de cuidado facial son importantes, porcentaje que se reduce al 9% en el caso de las mujeres francesas del mismo segmento de edad. Los fabricantes tienen la posibilidad de reescribir su tradicional discurso anti-edad, que no cala en este colectivo.
En lugar de utilizar el término anti-edad, sus productos deberían esgrimir un discurso pro-salud que destaque la presencia de ingredientes sanos y naturales, diseñados para el estilo de vida de los jóvenes. Y en ese contexto es donde la luz azul ofrece buenas oportunidades. Las diferentes marcas deberían incorporar la protección contra la luz azul en sus productos para el cuidado de la piel con factor de protección solar, educando a los consumidores en el hecho de que la radiación solar ultravioleta no es el único riesgo lumínico existente e incluyendo ingredientes que reparen y protejan la piel de los usuarios jóvenes frente a la exposición a la luz procedente de los dispositivos electrónicos a largo plazo.