Los probióticos conquistan a los millennials
El uso de probióticos ha aumentado, con las consiguientes mejoras para la salud y el bienestar general. Un número cada vez mayor de consumidores reconocen que para mantener un aspecto saludable es necesario utilizar productos diseñados para la mejora de la microflora de la piel. En EE.UU., aproximadamente cuatro de cada diez jóvenes millennials consumen probióticos, y un porcentaje similar de ellos están dispuestos a probar productos de cuidado facial con probióticos. Los fabricantes de productos para el cuidado de la piel pueden impulsar el uso de probióticos en aras de mantener un “microbioma cutáneo seguro”, y proyectar una imagen natural, segura y saludable.
En el contexto del cuidado de la piel, el término “probiótico” se refiere a un ingrediente derivado de la fermentación de frutas u hortalizas por parte de un organismo probiótico. Aunque hay diversas alternativas, el rábano y la soja son dos de las más habituales, mientras que el género Lactobacillus, también un ingrediente típico del yogur, se ha convertido en la bacteria productora de ácido láctico más utilizada en los productos de cuidado facial.
La mayoría de las propuestas con lactobacilos no contienen la propia bacteria, sino subproductos del proceso de fermentación obtenido mediante la incubación de la bacteria con frutas y hortalizas, que da como resultado una suspensión nutritiva de aminoácidos, antioxidantes, péptidos y ácido láctico, que hidrata, nutre y protege la piel.