Al frente de Cleanity, la división industrial de la fabricante valenciana de productos químicos Suavizantes y Plastificantes Bituminosos (SPB) , Mariam Burdeos defiende en esta entrevista la importancia de la limpieza profesional en la industria alimentaria, en la que opera principalmente en la actualidad. Con una facturación global de 101,18 M€ en 2014 (+2,4%), la interproveedora de Mercadona para productos de limpieza del hogar bajo la marca 'Bosque Verde' y de cosmética e higiene personal bajo la enseña 'Deliplus', quiere seguir impulsando su división industrial.
Alimarket: ¿Cuáles son los orígenes de Cleanity?
Mariam Burdeos: La división industrial de SPB inició su actividad en junio de 2006 como suministradora de productos de limpieza para las tiendas de Mercadona. Al disponer de espacios para la venta de carne y pescado, estos establecimientos tienen unas exigencias similares a las de la propia industria alimentaria, que es a la que nos dirigimos principalmente. Hoy en día nos responsabilizamos de la limpieza de las 1.540 tiendas de la cadena valenciana, para lo que desarrollamos constantemente soluciones nuevas, verificando en todo momento que se cumplan los protocolos de limpieza. Ya en septiembre de 2009, Cleanity dio el salto a la industria alimentaria propiamente dicha, donde trabaja para empresas que cubren diferentes actividades como preparados de carne, productoras de alimentos de cuarta gama, helados, mataderos, cereales, pescado, etcétera. En definitiva, atendemos a unos 50 clientes nacionales. En todos los casos, se trata de grandes cuentas, pues esa es nuestra estrategia.
A.: Además de la industria alimentaria, ¿en qué otros sectores opera Cleanity?
M.B.: Un 95% de nuestra actividad va dirigida a ese sector, mientras que el 5% restante lo absorbe el canal horeca. Sin embargo, y dentro de la rama sanitaria, estamos homologando dos productos complementarios entre sí, destinados a la limpieza y desinfección de salas quirúrgicas en hospitales.
A.: ¿Cuántas referencias incluye hoy en día la enseña industrial de SPB?
M.B.: Nuestros productos se dividen, principalmente, en los específicos para superficies abiertas, como puede ser una cinta transportadora de carne. Son los llamados espumeantes, que cumplen con lo dispuesto en el Registro Oficial de Biocidas. Por otro lado, están los productos para circuitos CIP, que limpian y desinfectan espacios como tuberías por las que pasan alimentos como zumos, lácteos, chocolate y otros similares. En total, contamos con unas 100 referencias que nos permiten cubrir todas las necesidades. Además, SPB dispone de una sala blanca para la preparación de productos cosméticos con la que cubrimos todo el proceso. No dejamos hueco a la competencia, sino que tenemos un control total: desde el lavado de manos y botas previo, pasando por la limpieza de la fábrica y llegando, incluso, a la del camión mediante unas fórmulas específicas.
A.: ¿Está previsto el lanzamiento de nuevos productos?
M.B.: Desde Cleanity estamos optimizando fórmulas continuamente, apoyados en el hecho de ser muy potentes en formulación de detergentes y teniendo en cuenta, sobre todo, el impacto medioambiental. En términos de innovación, nos centramos fundamentalmente en la gestión del agua y, por tanto, en la optimización de los recursos, que es lo que demandan las empresas. Queremos que nuestros clientes resuelvan sus necesidades de forma cada vez más eficiente. De ahí el lanzamiento, por ejemplo, de productos '2 en 1', que faciliten, siempre que sea posible, la limpieza y desinfección en un mismo proceso. En los últimos años, hemos desarrollado toda la gama y ahora estamos centrados en lanzar soluciones que todavía no estén en el mercado. Otro aspecto en el que hacemos especial hincapié es en la formación continua del personal de limpieza, ya sea de empresas externas o de profesionales internos. Se les forma en materia de seguridad de productos químicos y se les enseña, entre otras cosas, a dosificar e interpretar las etiquetas, así como a saber compatibilizar el producto con las superficies.
A.: La división industrial de SPB representa un 5% sobre el total de su facturación. ¿Está previsto incrementar ese porcentaje en el corto o medio plazo?
M.B.: Estamos trabajando para que esta área crezca cada año un 15%. De esta forma, y tras haber ingresado 5 M€ por este negocio en 2014, el objetivo para 2015 sería estar más cerca de los 6 M.
A.: ¿Qué medidas va adoptar la fabricante valenciana para impulsar este negocio?
M.B.: Por un lado, estamos invirtiendo en la investigación de productos que todavía no existen en el mercado, orientados principalmente a la industria alimentaria. En ella, por ejemplo, no hay soluciones que combatan los olores que dejan muchos procesos de limpieza y desinfección. Nuestra fortaleza reside en los cerca de 40 profesionales químicos que ya trabajan en productos específicos para esta área. Asimismo, trabajamos en un proyecto del CDTI centrado en los biofilms, para acabar con los grupos de bacterias que se adhieren a los distintos tipos de superficies. En esta materia, queremos patentar unas soluciones que den una respuesta también a nivel medioambiental. El otro punto de mira para la compañía son los recursos comerciales, esto es, la inversión en profesionales formados como técnicos alimentarios, veterinarios, biólogos, etcétera, que permitan a Cleanity no sólo vender el producto químico en sí, sino hacer un seguimiento de sus clientes realizando auditorías y visitas periódicas a los centros de trabajo.
A.:Concretamente, y teniendo en cuenta que SPB invirtió 9,20 M€ en mejoras en 2014, ¿qué parte fue a parar a la división industrial?
M.B.: Las inversiones se hacen a nivel global en nuestras cuatro fábricas, independientemente de si van asociadas a las líneas de fabricación para consumo o para el área industrial. En los últimos años, estos desembolsos se han movido en niveles similares a los del último ejercicio y, desde luego, cada año se realizan nuevas inversiones.
A.: Recientemente, se ha anunciado su incorporación al Consejo Rector de Ainia. ¿Qué supone esto para el negocio industrial de SPB?
M.B.: Formar parte de este centro tecnológico vinculado a la industria alimentaria nos permite conocer de primera mano las innovaciones y estar a la vanguardia en limpieza industrial, además de tener cerca a las empresas pertenecientes a ese sector.
A.: ¿Cómo ve la limpieza industrial en España y cuáles son, particularmente, sus principales retos?
M.B.: Creo que nos falta mucho por aprender. Sería necesaria una mayor sensibilidad hacia la responsabilidad que supone la limpieza dentro del sector de la industria alimentaria. Convendría, por ejemplo, que hubiera convenios que contemplaran la nocturnidad con la que se trabaja en este tipo de industrias y que se valorara más la importancia de la formación en esos casos, porque al final es la seguridad de todos. Mi principal reto es convertir la limpieza industrial en algo mucho más 'premium'. Que el turno de la limpieza sea uno más, como es el de la fabricación, sin restarle importancia. El objetivo es generar confianza en la seguridad.