La firma de cosmética Bella Aurora Labs está inmersa en la construcción de su nueva planta de producción. El proyecto, que conlleva una inversión asociada de 2 M€, supone para la compañía el inicio de la fabricación de sus propias marcas, hasta el momento desarrolladas por terceros a partir de su formulación. La planta estará ubicada en el municipio catalán de San Feliu de Llobregat. De esta forma, la propietaria de la enseña 'Bella Aurora' -especializada en combatir manchas cutáneas- y otras como 'Fixonia', para fijación capilar, y 'Lullage' para cosmética facial, afronta el próximo ejercicio desde una nueva perspectiva, coincidiendo además con una evolución económica alcista.
La firma, que estima la puesta en marcha de la fábrica a mediados de 2020, espera registrar este año un nuevo incremento de dos dígitos en su facturación. Así, y tras elevar casi un 14% sus ingresos en 2018, cuando situó su cifra de negocios en los 28,04 M€, Bella Aurora prevé situar sus ventas al cierre del actual ejercicio en los 32 M; cifra que implicaría un crecimiento en el mismo porcentaje del año anterior.
El desembolso acometido en 2019 para la citada instalación se suma a los 1,45 M registrados en el inmovilizado material de la compañía entre 2017 y 2018. Ese importe fue dirigido a la compra de un nuevo laboratorio y su adecuación, tal como informó Alimarket. El mismo artículo hacía hincapié en la internacionalización de la compañía, que entonces anunciaba su apuesta por el mercado asiático. En la actualidad, Bella Aurora está introduciendo productos en China, con el objetivo de ampliar en 2020 su oferta en aquel país.
De hecho, la firma sitúa ya en el 20% el porcentaje de las ventas procedentes de su actividad fuera de nuestras fronteras. Con la mirada puesta también en el mercado americano, Bella Aurora tiene presencia en Colombia, Bolivia y México -país en el que constituyó la filial American Lullage-, además de Portugal, Rusia e Italia. Centrados en una estrategia de globalización, desde la compañía aseguran que el objetivo es elevar dicho porcentaje hasta el 40% en un plazo de cuatro años.