¿Cómo integran las empresas su compromiso con la sostenibilidad?, ¿es una realidad rentable para ellas? Estas dos preguntas centraron gran parte del III Encuentro de Bunzl Innovation Day, celebrado en el marco del Congreso Horeca Professional Expo (HIP). Bajo el título “La gestión sostenible en la cadena de valor, clave en la agenda 2030”, Pedro de Bernardo, director general de Bunzl Distribution Spain, dirigió y moderó el debate en el que participaron Javier Urbiola, CEO de ISS Iberia; Joan Casaponsa, CEO de Baula -startup con la que Bunzl firmaba recientemente un acuerdo para la distribución de sus limpiadores ecológicos - y Mauricio Domínguez-Adame, director de RSC de Heineken España.
La división de higiene y limpieza del grupo británico Bunzl ha promovido esta cita en la que se analizaron los retos y desafíos que supone vincular la cadena de valor con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) -una hoja de ruta común propuesta por la ONU- y de buenas prácticas del sector. Esta firma especializada en la distribución integral de consumibles no alimentarios lanzaba ya en 2018 en nuestro país un concepto innovador, ‘ Greensource ’, inicialmente para packaging sostenible, que ha ido ampliando a todas las categorías que incluye en su catálogo con el fin de ofrecer soluciones de higiene y limpieza sostenibles.
Desde ISS Iberia, su presidente Javier Urbiola destacó el compromiso con la sostenibilidad desde el nacimiento de la compañía: “La sostenibilidad está en nuestro ADN”, afirmó. Son muchas las medidas que ya se han implantando y que se siguen proponiendo con el objetivo de reducir el consumo de determinados productos, en aras de disminuir la generación de residuos y fomentar hábitos saludables que afectan a “las cuatro Ps”: Planeta, People (en referencia a las personas), Producto y Profit (o beneficio).
Desde Baula, Joan Casaponsa puso el acento en el hecho de haber nacido ya sostenibles: desde el producto, ecológico y biodegradable, hasta el lugar en el que se ubican, el Parc Científic de Barcelona, desde el que generan una oferta dirigida a ayudar a organismos y empresas a reducir el consumo de agua y disminuir los residuos generados y la huella de carbono. “Nuestro producto, en formato tableta monodosis soluble, se convierte en una solución de limpieza biodegradable que reduce al máximo el espacio en transporte y evita residuos al no necesitar botella”.
En nombre de Heineken, Mauricio Domínguez-Adame señaló que para llevar más de 150 años en el mercado es necesario tener un planteamiento sostenible en la vida. “Las compañías no actúan solas y han de procurar el beneficio de la comunidad en las que están insertadas”. El discurso de Domínguez-Adame fue en línea con uno de los objetivos del grupo de convertirse en “ la cervecera mejor conectada con el consumidor y con el cliente ”. La cerveza no se puede digitalizar, comentó Domínguez-Adame, pero todo lo demás sí y por eso desde Heineken España se buscan oportunidades para aplicar nuevas tecnologías que aporten más valor a sus clientes con nuevos servicios. Entre las medidas adoptadas, la compañía lanzó una propuesta en 2011 para adquirir únicamente aparatos de frío ecoeficiente, de los que ha suministrado más de 200.000 unidades, reduciendo el consumo energético y las emisiones de CO2.
Urbiola, de ISS, añadió que la compañía que preside presenta iniciativas casi a diario, con planes como la aplicación de sensores en los cuartos de baño para evitar que el profesional de la limpieza “limpie sobre limpio”, reduciendo así el gasto también en productos de limpieza.
Ante la pregunta planteada por Pedro de Bernardo sobre si es o no rentable la sostenibilidad para las empresas, desde Baula entienden que sí, sobre todo en su caso, que ha nacido para ello. Con su oferta satisfacen a sus propios empleados y a los consumidores, con los que comparten los valores que demandan. “La sostenibilidad no se mide sólo con dinero”, afirmó Casaponsa.
Domínguez-Adame entiende que la pregunta podría replantearse de esta esta otra forma: “¿cómo tenemos que analizar la rentabilidad de la sostenibilidad?”. En su opinión, se trata de adoptar una perspectiva holística: “no consiste en cambiar un material por otro, sino de emprender transformaciones dentro de la compañía” en referencia, por ejemplo, a las oficinas sin plástico. Domínguez-Adame habló de bienes intangibles; de medidas como la eliminación de vasos hechos con este material que han modificado los hábitos de los empleados generando ahorros de costes y disminución de residuos. De esta forma, mejora la reputación de los empleados y la influencia social de las empresas. En esta idea coincidió Urbiola, para que quien la sostenibilidad es siempre rentable. Medidas como el envío de nóminas por correo electrónico en lugar de papel y la reducción en el uso de químicos y envases repercuten positivamente en las empresas y en sus empleados, concluyó.