Mientras el mercado de la ambientación en el hogar sigue creciendo, los creadores y proveedores de fragancias avanzan en proyectos y desarrollos que tratan de conectar con el consumidor, cuyas inquietudes y necesidades cambian constantemente. Si bien en 2020 los confinamientos forzados y el teletrabajo marcaron la evolución de la categoría, este año, con la vacunación tan avanzada y la vuelta a una cierta normalidad, vemos que la creación de nuevas fragancias para el hogar se sigue sustentando en tres grandes pilares: bienestar, higiene y sostenibilidad.
Más allá de buscar productos con un aroma agradable, el consumidor cada vez está más interesado en encontrar soluciones con más valor añadido, que, además de aromatizar las estancias de su casa, cuiden el aire que respira, y si pueden proporcionarle beneficios aromaterapéuticos, mejor. Y es que el hogar se ha convertido en un espacio refugio, una especie de oasis de socialización, trabajo, e incluso, para hacer ejercicio, “por lo que la aromaterapia está jugando un papel primordial gracias a sus múltiples propiedades funcionales, como es mejorar el estado de ánimo, relajarse, ayudar a concentrarse e incluso aumentar el rendimiento físico”, explica Sylvain Massé, Global Marketing Manager en Iberchem. Y en esta línea se encuentran los últimos desarrollos de la empresa murciana Destilerías Muñoz Gálvez, centrada en “crear sensaciones que refuercen la autoestima, el optimismo y la seguridad en nosotros mismos, valores muy necesarios en estos momentos de incertidumbre”, comenta Pedro Muñoz, director general de la compañía. Para ello, ha estado trabajando en una gama de productos naturales “que aportan a las fragancias dichas emociones”. El estudio lo ha llevado a cabo para aplicarse en diferentes formatos de productos de ambientación, como pueden ser los mikados, las velas, los sistemas de nebulización, los ultrasonidos, y los ambientadores hidroalcohólicos.
También existe una creciente toma de conciencia de los consumidores acerca de la higiene, la cual ha impulsado la búsqueda de ingredientes funcionales, con propiedades antibacterianas y de eliminación de olores, entre otras muchas propiedades. Por ejemplo, desde Essential Compositions señalaban que las fragancias con carácter fresco y balsámico aportan sensación de desinfección y limpieza.
Por otro lado, nos encontramos en un contexto en el que la crisis climática y ambiental ha llevado al consumidor a reevaluar sus hábitos y buscar productos que tengan un impacto mejor sobre el medio ambiente. Es lo que se denomina fragancias sostenibles. Según explica Nelly di Mercurio, CEO de Global Fragrances Labs, la demanda de perfumes eco-sostenibles ha crecido muchísimo en los últimos años, y en la actualidad se reciben infinidad de solicitudes de fragancias sostenibles, biodegradables, veganas… “términos que hace muy poco ni se nos pasaban por la cabeza cuando hablábamos de elaborar perfumes”. También en Essential Compositions aseguran que sus departamentos de calidad e I+D se han centrado en crear de fragancias más respetuosas y con mínimo impacto medioambiental, ofreciendo además certificaciones de carácter ecológico.
Para satisfacer a estas nuevas demandas, la clave está en escuchar, probar, medir e innovar para aportar soluciones integrales que den valor añadido al producto. En Eurofragance destacan su actitud de mejora continua, de escucha activa de los mercados, de pensar “out of the box” y de creer en lo que hacen. Y es que en el mundo de las fragancias no existe un patrón, y los proveedores de fragancias lo saben. “Cada proyecto es un reto y cada cliente tiene sus preferencias y limitaciones, y al final nuestro trabajo es hacerles un traje a medida en cada uno de sus desarrollos, con lo que no nos sirve el mismo perfume para todos los clientes”, comenta Di Mercurio.
Pero, ¿qué factores son los más determinantes a la hora de desarrollar una nueva fragancia para la categoría de ambientación? Sylvain Massé, de Iberchem, lo resume en dos puntos. Por un lado, existe una parte técnica que es fundamental para garantizar una buena performance del producto, de ahí que sea básico saber el formato del producto (aerosol, nebulizador, vela o difusor), y por otro lado está la parte más artística, asociada a la belleza y a la tendencia de la fragancia dentro de una corriente olfativa de interés. “Sin la combinación de estos dos factores podríamos tener buenos ambientadores, pero nada llamativos, o fragancias muy atractivas, pero con un mal comportamiento en su funcionamiento”, explica.
Otro punto fundamental en el desarrollo de un perfume para ambientación es el long-lasting, y aquí el grupo Carinsa tiene mucho que decir, ya que, aunque lleva años trabajando la encapsulación y liberación de las fragancias para que se produzca cuando el consumidor lo demanda, reconoce seguir avanzando y estudiando procesos para alargar la duración del aroma en el ambiente.