Tras un ejercicio marcado por la incorporación de nuevas referencias a su catálogo y una mayor presencia en retail, a través exclusivamente del canal farmacia, la marca de cosmética ‘Two Poles’ -gestionada por la sociedad Galma Skincare - arranca 2024 con el foco puesto, de nuevo, en la innovación y en su expansión física.
Constituida en diciembre de 2020, la startup cierra el ejercicio 2023 superando los 25 puntos de venta físicos y con la previsión de alcanzar hasta 150 farmacias en 2024. Además, espera aumentar su presencia física en otros países como Andorra.
No obstante, el ecommerce continúa representando el mayor porcentaje (70%) de sus ingresos, bien a través de su propia página web o bien, de otras como 'Pure Niche Lab', 'Galileo Farma' o 'Farmacia Senante', por citar algunas. Precisamente ha sido a través de este canal, como ‘Two Poles’ ha podido dar un salto más allá de nuestras fronteras, llegando a países como Portugal, Francia, Reino Unido, Bélgica e, incluso, Estados Unidos y Canadá.
Solo en 2023, 'Two Poles' ha lanzado al mercado siete novedades, entre las que destacan cuatro nuevos productos: ‘Cica Face Cream’ (crema hidratante especialmente indicada para pieles secas); ‘Lip Hero Balm’ y ‘Lip Hero Balm Confident’ (bálsamos labiales reparadores, con y sin color) y ‘Midnight Mask’ (mascarilla hidratante). Asimismo, ha relanzado su nueva versión del ‘Smart Eye Cream’ (contorno de ojos con un packaging mejorado y dos neceseres de viaje y con mini tallas, en versión verano e invierno).
Ya iniciado 2024, el plan de la compañía pasa por lanzar cinco nuevos productos al mercado. Contempla, al mismo tiempo, negociaciones de colaboración con marcas afines a los principios de la marca.
Toda su apuesta por la innovación y la expansión geográfica de la marca viene acompañada de un avance en sus ventas, que se situaron en 1,1 M€ al cierre de 2023. Según datos de registro mercantil, la facturación de Galma Skincare fue, un año antes, de unos 260.000 €.
Recordemos que el proyecto parte de la empresaria catalana Anna Fuster, máster en dermofarmacia, cuyo objetivo era resolver los problemas de piel de su hija, para lo que optó por desarrollar unos productos propios con ingredientes aptos para todo tipo de pieles.