Hablar de la restauración temática brasileña en España es hablar de Brasa y Leña, la única cadena que ha conseguido un nivel de presencia nacional, combinando la expansión propia con el crecimiento en franquicia, y con el centro comercial como objetivo hasta ahora único. En este sentido, la enseña creada por el empresario Pedro López Mena, vinculado familiarmente al negocio cárnico, estudia la posibilidad de abrir su primera unidad a pie de calle, en una zona céntrica y de alto tráfico en la ciudad de Madrid, en cuya provincia -además de, puntualmente, en Galicia- circunscribe su desarrollo propio.
Durante el pasado año, Brasa y Leña puso en marcha tres locales, dos en propiedad y uno en franquicia. Del primer tipo fueron los inaugurados en el C.C. ‘As Cancelas’, de Santiago de Compostela, y en el C.C. ‘La Vaguada’, de Madrid. En cambio, en el C.C. ‘Bonaire’, de Aldaia (Valencia), optó por el multifranquiciado en la zona, la sociedad Resosgra. En cambio, clausuró su local propio del C.C. ‘Luz del Tajo’, de Toledo, aduciendo el escaso éxito de dicho centro comercial.
En cualquier caso, el crecimiento neto positivo de la cadena le permitió iniciar 2014 con un catálogo de 27 establecimientos, a los que se preveía unir en estas fechas una nueva unidad -propia- en el C.C. ‘Gran Vía’, de Vigo, lo que supondría su entrada en la provincia de Pontevedra. Sólo dos años antes, Brasa y Leña contaba con una red de 17 unidades. Su capacidad expansiva, y a pesar del estancamiento de los otros operadores (El Rodizio y Rubaiyat), es el motivo por el que la restauración brasileña sigue viviendo unos tiempos de auge. Los 31 locales de este tipo de comida, contabilizados a 1 de enero de 2014 por el Censo de Restauración Organizada Hostelmarket, representan un incremento de casi el 7% sobre los 29 de un año antes.