Carlos Slim es, sin duda, el más conocido magnate mexicano y también sinónimo de la inversión charra en España. En 2016, tomó el control del 61% del capital de FCC, cuarta mayor constructora española. Y un año antes había adquirido, mediante Inmobiliaria Carso, la participación de Bankia en Realia, donde actualmente suscribe el 36,8% directamente y un 33,8% mediante la propia FCC. Sin embargo, más allá de la privilegiada posición del potentado Slim en nuestro sector “del ladrillo” (aunque también fue accionista de referencia de Grupo Prisa), la inversión mexicana en España ha experimentado un importante crecimiento en los últimos años y, claro está, no toda ella bajo el manto del holding de Slim, que también incluye empresas de la dimensión de América Móvil, Inbursa o Telmex.
Más allá de Carlos Slim
No en vano, los datos del registro de inversiones de Multinacionales por Marca España apuntan que México ya es el país latinoamericano que más capital inyecta en nuestro país. Entre 2013 y 2017, la inversión directa totalizó 4.381 M€ y, según los datos de DataInvex, la posición inversora de México en España alcanzaba ya 29.591 M€ al término de 2016, cuando en 2008 se situaba en 19.601 M. Según distintas fuentes consultadas, el capital mexicano ha intentado tanto sacar partido de las oportunidades en precio fruto de la crisis como aprovechar el potencial de crecimiento de la economía y la reactivación de la demanda española, pero casi siempre como trampolín para la expansión en el resto de la Europa occidental y mediterránea. Un papel vehicular que España ya tuvo en Bruselas para la firma, en julio de 2000, del Tratado de Libre Comercio (TLCUEM), que forma parte del Acuerdo de Asociación Económica, Concertación Política y Cooperación México-Unión Europea.
Entre otros mercados, la hostelería, en particular los grupos y cadenas de restaurantes, bares y cafeterías, han atraído el interés de fortunas y compañías mexicanas, hasta convertirse en coprotagonistas del boom de la inversión y las operaciones corporativas que vive este sector en España. La más reciente, la firma, el pasado día 30 de octubre, de un acuerdo por el que la mexicana Alsea, a través de su participada Food Service Project (Zena), adquirirá el 100% de Sigla, la cabecera de Grupo Vips, lo que convertirá al conglomerado resultante en el principal operador en España por número de locales, con una red de más de 1.000 establecimientos y una facturación superior a los 800 M€. Según pudo conocer Alimarket Restauración en exclusiva, una vez consiga la aprobación de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), el nuevo líder estará controlado en un 87,3% por Alsea, en tanto que Alia Capital Partners tendrá un 5% y los antiguos accionistas de Vips, el grupo familiar encabezado por su presidente, Plácido Arango, y ProA Capital, suscribirán un 5% y 2,7%, respectivamente. Según ha comunicado Alsea a sus inversores, “el valor implícito total de la operación (Enterprise Value) asciende a 575 M€, por lo que considerando un estimado de ingresos de Grupo Vips para 2018 de 373 M€, con un ebitda ajustado de 43,5 M€, los múltiplos de la transacción son 1,54 x ventas y 13,2 x ebitda”.
Alsea había entrado en España en 2014 con la compra del 71,76% de Zena a la británica CVC Capital Partners (el restante era de la citada Alia), imponiéndose entonces a otros dos potentes candidatos interesados en hacerse con el grupo hostelero español: Cobega, de la familia Daurella y principal accionista de la embotelladora europea de Coca-Cola, y Agrolimen, holding de la familia Carulla y propietaria hasta 2016 de The Eat Out Group. Una vez termine de materializarse la compra-venta de Vips, Alsea -creada por los hermanos Alberto y Cosme Torrado Martínez- reunirá un extenso portfolio de cadenas propias (Vips, Ginos, Foster’s Hollywood, Cañas y Tapas) junto a otras grandes marcas internacionales en masterfranquicia (Domino’s, Fridays, Starbucks, Wagamama), cumpliendo así su propósito de consolidar la presencia en España y Portugal como plataforma para el crecimiento en el conjunto de Europa.
Alsea y AmRest, líderes europeos
Otro grupo mexicano también ha terminado por convertirse en propietario de otro de los mayores grupos de la restauración organizada en España. Finaccess, liderado por el empresario Carlos Fernández González -antiguo director general y miembro del consejo de la cervecera Grupo Modelo- entró en AmRest en 2015, inicialmente con un 32%. El porcentaje en manos de Finaccess se elevó hasta el 56,38% en 2016, manteniéndose el grupo cotizando en la bolsa de Varsovia desde 2005. No obstante, su nuevo propietario -que también había entrado en el capital de la inmobiliaria Colonial en 2016- decidió “españolizar” la compañía creada por Henry McGovern en Polonia, primero con el traslado de la sede social y después con la entrada de la totalidad de sus acciones en el Sistema de Interconexión Bursátil Español (Mercado Continuo), el pasado mes de noviembre. Como señaló en ese momento José Parés, presidente del consejo de administración de AmRest, la compañía “tomó la decisión estratégica de mudar sus oficinas centrales a España, que es el mercado más rentable en el portafolio de AmRest -al generar cerca de una tercera parte del ebitda del grupo- y el segundo mercado más grande en término de ventas. Con su admisión a negociación en la Bolsa española, AmRest cotizará por primera vez también en euros, con los que aspira a llegar a nuevos mercados e inversores y ganar presencia en Europa Occidental. Durante los últimos 25 años, hemos creado una clara posición de liderazgo en los mercados de la restauración de Europa Central y España y nuestro deseo es reproducir ese éxito a gran escala y convertirnos en la empresa líder de restauración europea”.
De este modo, desde España, pero con la vista puesta en el conjunto del mercado de la restauración organizada de Europa, Alsea y AmRest van a competir con un similar modelo de negocio y arquitectura de marcas, que incluye en ambos casos tanto enseñas propias como de terceros, bajo licencia. No obstante, las últimas operaciones de AmRest han ido encaminadas a fortalecer su catálogo de marcas en propiedad (compra de la francesa Sushi Shop y de la cadena española de hamburgesas premium Bacoa), así como su posición en el canal online de pedidos de comida a domicilio, para lo que adquirió un 10% del operador digital de servicios de delivery Glovo, fundado en 2015 en Barcelona por Oscar Pierre y Sacha Michaud. Curiosamente, la principal cadena propia de AmRest, La Tagliatella (creada en Lleida), ya tenía una conexión mexicana en uno de sus franquiciados en España, Norfood, en el que participa con un 60% Grupo Ges Restauración, integrado en Grupo Corporativo Ges. Este conglomerado cuenta con gasolineras y estaciones de servicio, es franquiciado en México de marcas de restauración como Burger King, Applebee’s o Church’s Chicken y también controla el 57,39% del capital del Real Club Celta de Vigo. Asimismo, el ejecutivo mexicano Manuel Zamudio D'Arcangelis decidió reorientar su actividad profesional dentro de la cadena KFC - Kentucky Fried Chicken, a la que llegó en 2001 y de la que fue director general para España y Portugal desde marzo de 2013 hasta abril de 2017. En ese momento, se convirtió en franquiciado de la cadena de Yum! Brands, mediante la mercantil Chariots Investments, que, actualmente, ya opera cuatro locales de la marca de pollo frito.
La otra gran pata de la hostelería, la industria hotelera, también ha recibido su reciente dosis de inversión por parte de una fortuna azteca. Se trata del grupo RLH Properties, vinculado al empresario Allen de Jesús Sanginés-Krause, que acaba de firmar un acuerdo para la compra del hotel ‘Villa Magna’, en una operación valorada en 210 M€, que preveía cerrarse a lo largo de este mes de diciembre. El establecimiento madrileño, uno de los más relevantes hoteles de lujo de la capital, había sido adquirido a principios de 2016 por el grupo turco Dogus. RLH, especializada en la gestión de hoteles de gama alta con marcas de terceros, incorporará su primer activo en España, pues hasta el momento concentraba su actividad en México, donde cuenta con los cuatro alojamientos turísticos del complejo Mayakoba -adquiridos, precisamente, al grupo español Obrascón Huarte Laín (OHL)- así como el ‘Four Seasons Ciudad de México’.
Otros dos grupos mexicanos también han invertido en el real estate hotelero de la capital de España, asimismo para la puesta en marcha de sendos establecimientos operados con algunas marcas de los colosos de la industria hotelera. Orion puso en marcha en 2010 el ‘Crowne Plaza Madrid Airport’ y en 2014 el ‘Indigo Madrid Gran Vía’, ambos bajo el paraguas de InterContinental Hotels Group-IHG, en tanto que Grupo Diestra, de la familia Díaz Estrada, inauguró a finales de 2017 el ‘Hyatt Centric Gran Vía Madrid’, tras haber desembolsado alrededor de 30 M€ en la transformación de un histórico inmueble de 1920. Diestra opera 15 hoteles en México, siete de su cadena Emporio junto al todo incluido Samba Vallarta y otros siete establecimientos con las marcas ‘Marriott’ y ‘JW Marriott’. Asimismo, el mexicano Grupo Promolux, a través de Grupo Inmobiliario Metem, es socio de Marugal Hotel Management en la compañía explotadora del hotel ‘Urso’, que abrió sus puertas en el verano de 2014 sobre el Palacio de Mejía Lequerica.
Inversión en HTL
La otra incursión directa del capital mexicano en el sector hotelero conocida por Alimarket se sitúa ya fuera de Madrid y corresponde a la puesta en marcha de la cadena Grupo Nature por parte del empresario Tomás Jesús Álvarez Aja, nacido en México pero descendiente de asturianos de la localidad de Cabrales. Así, de la mano de Antonio Puente Vega (ex-directivo de Narcea Hoteles), Nature ha ido sumando a su catálogo los establecimientos ‘Gran Hotel Pelayo’, ‘Hostería de Torazo’, ‘Los Lagos Nature’, ‘Nature Oviedo’ y el complejo ‘Pueblo Astur’, en Parres, que fue puesto en marcha en 2016, tiene categoría 5E y está situado a los pies del macizo central de Picos de Europa. Mientras, la empresaria Pilar González -también relacionada con Grupo Modelo hasta su venta a AB InBev- tomó una participación del 15% en la plataforma asociativa de apartamentos BeMate, creada por Enrique Sarasola (Room Mate), y Fabián Gosselin -ex directivo precisamente de Alsea- suscribió un 2,4% de la socimi Quonia, que adquirió a Husa el inmueble que había albergado uno de sus hoteles en Barcelona, el ‘Internacional’.
La inversión mexicana también ha aterrizado en dos importantes compañías vinculadas a otros dos sectores afines al turismo y el ocio. Avanza, uno de los principales operadores del sector de transporte de viajeros por carretera de España, fue adquirida en 2013 por el grupo multinacional mexicano Mobility ADO, que compró la empresa a la sociedad de capital riesgo Dougthy Hanson. Y Cinépolis, líder de la exhibición cinematográfica en México y Lationamérica, compró en 2015 la cadena Yelmo Cines, segunda del mercado de salas en España, con un total de 414 pantallas en 37 complejos. En el momento de la adquisición, Arturo López Martín, director general de inversiones de Cinépolis, señaló que la operación era “un paso fundamental en nuestra expansión internacional, dado que España es un país con una economía en recuperación y con el crecimiento proyectado del PIB más alto de la Eurozona”.
Bimbo y Campofrío, acento mexicano
La industria nacional de alimentación y bebidas, tan importante como proveedora del hospitality y el foodservice, también ha experimentado desde comienzos de la presente década dos grandes operaciones protagonizadas por Bimbo México y Sigma Alimentos, que tomaron posiciones en sendas compañías líderes en sus respectivos mercados. A finales de 2011, Bimbo México pagó 115 M€ a la norteamericana Sara Lee por la emblemática compañía Bimbo (española), fabricante de pan de molde y bollería que, como es lógico, tenía un origen común con su homónima mexicana. Luego, en 2015, Bimbo México, liderada por Daniel Servitje, redobló su apuesta por España con la compra de la otra histórica gran compañía del sector de la panadería y pastelería industrial, Panrico, hasta entonces en manos del fondo de capital riesgo Oaktree. Por su parte, a finales de 2013, Sigma Alimentos compró un primer paquete del 45% en la cárnica Campofrío, con el objetivo explícito de “acceder al mercado europeo con posiciones de liderazgo, marcas sólidas y un equipo ejecutivo con gran experiencia”, según señaló entonces Mario Páez, director general de Sigma, una de las principales empresas del mercado de elaborados cárnicos en Norteamérica. La toma de control de la cárnica fundada por la familia Ballvé se completó a mediados de 2015, adquiriendo el 37% de Campofrío en manos del grupo chino WH, que había entrado en el capital de la compañía de forma indirecta, tras adquirir la propiedad de la norteamericana Smithfield.
Mientras, el empresario mexicano de origen asturiano José Miguel Fernández Rodríguez tomó en 2014 una participación del 80% en la nueva propietaria de los activos de la envasadora Aguas de Fuensanta, que habían salido a subasta como punto final a un proceso de liquidación puesto en marcha por la administración concursal. La mexicana Gruma, dedicada a la producción de harina de maíz y tortillas a nivel mundial, compró Mexifoods, en 2014, y Azteca Foods Europe, en 2015, ambas dedicadas a la producción de especialidades mexicanas y por las que pagó alrededor de 15 M€ y 45 M€, respectivamente. La última transacción conocida en el food & beverage español corresponde a la materializada por el grupo Multimedios -editorial, comunicaciones, publicidad, etc-, que el pasado mes agosto se hizo con la titularidad de Bornos Bodegas & Viñedos, cabecera de un grupo de cinco bodegas en sendas menciones vinícolas, las denominaciones de origen Navarra, Rueda, Toro, Ribera del Duero y Tierra Ribera del Queiles.
En cualquier caso, la mayor inversión mexicana en España es Cemex, segunda compañía de ranking cementero en el mercado español. La empresa entró en España en 1992 con la compra de Valenciana, líder en aquel momento y por la que pagó 150.000 M de pesetas. Desde entonces, Cemex ha ido cimentado buena parte de su crecimiento internacional desde la filial española y, de hecho, continúa siendo ahora la cabecera para los negocios de la multinacional en Sudamérica, Africa, Oriente Medio y Asia. En cambio, la petrolera mexicana Pemex salió de Repsol en 2014, donde tenía un 9,4%, tras haber permanecido en su capital durante 27 años. Otra desinversión mexicana de envergadura en los últimos tiempos ha sido la venta, este 2018, de la participación del 19% que Televisa mantenía en el grupo de medios Imagina, por un montante de 341 M€.
Más problemática está resultando la salida de España del empresario Antonio del Valle Ruíz, presidente honorario del gigante Mexichem y primer accionista de Ve por Mas (BX+), que vio evaporarse su inversión en Banco Popular como consecuencia de la intervención y venta de la citada entidad financiera en crisis a Banco Santander. En su momento, junto a un grupo de socios, Del Valle compró el 4% de Banco Popular que, a su vez, se hizo con el 24,9% del citado banco BX+. Ahora, el grupo de inversores mexicanos liderados por Del Valle ha iniciado un proceso de arbitraje internacional contra el Estado español, en el que los abogados del magnate alegan una falta de protección a las inversiones internacionales, declaraciones de funcionarios que contribuyeron a la crisis de liquidez e incumplimiento de los tratados entre ambos países. No obstante, otras fortunas aztecas mantienes relevantes posiciones en el sistema financiero español. David Martínez Guzmán, que se hizo con Telecom Argentina por 2.400 M$, posee el 3,1% de Banco Sabadell mediante la sociedad Fintech Europe, domiciliada en Luxemburgo y con la que gestionaría el patrimonio de varios inversores de la región de Monterrey. Ernesto Luis Tinajero Flores, dueño del club de fútbol Nexaca y propietario de la compañía de televisión interactiva Mirada TV, tiene el 7% de Liberbank, y el mencionado Carlos Fernández (Finaccess) es consejero externo independiente de Banco Santander donde, además, suscribe una participación del 0,115%.
También, cemento y banca
En definitiva, el flujo de inversión mexicana ha sido notable en los últimos años, alcanzando incluso a negocios tan genuinamente nacionales como los toros de lidia, pues, en 2014, el acaudalado empresario Alberto Baillerés González (Grupo Bal) adquirió la ganadería 'Zalduendo' a Fernando Domecq Solís. Sin embargo, varios análisis han apuntado la posibilidad de que esa corriente de inversión hacia España pueda verse interrumpida, o como mínimo estancada, no solo ante la posible desaceleración de la recuperación del consumo y la economía en nuestro país y en el conjunto de Europa, también por la incierta y, en muchos casos convulsa, situación política en el Viejo Continente (Brexit, gobiernos populistas, protestas sociales, etc) y el propio México, donde el pasado día 1 de diciembre fue nombrado presidente Andrés Manuel López Obrador en sustitución de Enrique Peña Nieto. De momento, el grupo KIO Networks habría desestimado la adquisición de la división de informática de El Corte Inglés (Iecisa), con la que colabora desde hace años en Latinoamérica y España -coinvirtieron 25 M€ en un centro de procesamiento de datos (CPD) en Murcia- y a pesar de haber firmado un preacuerdo de compra-venta en agosto pasado por un montante de alrededor 400 M€, según informaciones de El Confidencial. Al parecer, los accionistas de KIO, encabezados por María Asunción Aramburuzabala Larregui -otra de las mayores fortunas de México como heredera de Grupo Modelo, vendido en 2013 a Anheuser-Busch InBev por 20.000 M$-, habrían comunicado a sus socios españoles que, "debido al cambio de gobierno en México, no es el momento de hacer una inversión tan grande en el extranjero".