Los arroces y paellas no parecen ser el mejor producto para desarrollar a través de una cadena organizada de restauración, a juzgar por la trayectoria experimentada por marcas especializadas como Tapelia y Arrocerías Mediterráneo, que en ambos casos han reducido su portfolio notablemente en los dos últimos años. La gestora de la primera, Arrocerías de Alicante, acaba de ser declarada en concurso de acreedores, después de un año de inactividad y múltiples problemas con sus franquiciados y empleados . La enseña de Agustín Morcillo, por su parte, se ha visto muy afectada por la crisis y ha reducido su portfolio hasta cinco locales, si bien muchos de ellos han sido reabiertos con otras marcas operadas por Morcillo .
Otras marcas, como 'Arroz María’, de Grupo Lezama e Ibersol, intentaron su propio proyecto pero con igual suerte. El éxito arrocero parece reservado a pequeñas cadenas de corte castizo , como las madrileñas ‘Formentor’ o ‘L’Albufera’, o grupos de restaurantes singulares de cocina tradicional pertenecientes a grupos independientes, como por ejemplo, ‘Casa Nemesio’ de Grupo La Máquina o ‘Marina Moncho’s’ de Grupo Moncho’s, que se mantienen inquebrantables año tras año.