Aún tratándose del recurso más desconocido de la Ley de Dependencia, los centros de noche empiezan a leerse tímidamente en las ‘hojas de ruta’ de las consejerías regionales y a figurar entre los servicios privados o en copago. En fase todavía experimental y con un número de plazas muy limitado, se dirigen a un perfil de usuario con demencia en grado moderado, que necesita vigilancia nocturna, para auxilio y descanso del cuidador.
Según tipifica la Ley de Dependencia, el servicio de centro de día o de noche “ofrece una atención integral ... a las personas en situación de dependencia, con el objetivo de mejorar o mantener el mejor nivel posible de autonomía personal y apoyar a las familias o cuidadores. En particular, cubre, desde un enfoque biopsicosocial, las necesidades de asesoramiento, prevención, rehabilitación o atención asistencial y personal”. A partir de este planteamiento generalista, y pese a tratarse de casi el único recurso sociosanitario novedoso del catálogo de prestaciones de la Ley, lo cierto es que los centros de noche han tenido una repercusión escasa entre organismos públicos e iniciativa privada. Dos años y medio después de la promulgación del texto legislativo, apenas existen unidades de noche funcionando en nuestro país, y las que lo hacen se apoyan en la concertación total de sus plazas. Algunas administraciones regionales, no obstante, los incluyen entre sus promesas de futuros recursos, mientras los gestores hacen cálculos para reservar alguna plaza residencial para tal menester. En general, parece ser que los centros de noche no han tenido la difusión suficiente para un adecuado conocimiento por parte de los actores interesados en el mismo: usuarios, cuidadores y promotores y/o inversores. No ha habido por ello un pulso real de demanda y abunda además el escepticismo en cuanto a su flexibilidad y rentabilidad como servicio. Tampoco ayuda el vacío legal, o cuando menos, la falta de desarrollo en su formulación administrativa.
En Asturias, por ejemplo, el gobierno regional se reserva la posibilidad de bloquear camas en su red de Centros Polivalentes de Recursos (CPR) para la atención nocturna, si se genera una demanda real de la misma. El hecho es que hasta junio de 2009 esta Administración no había recibido ni una sola petición de plaza en un centro de noche. Pero, ¿es que realmente no hace falta este recurso o es que el mismo sigue siendo un gran desconocido para usuarios y cuidadores, a estas alturas de la aplicación de la Ley?.
Para sueños vigilados ...
El País Vasco ha sido pionero en la instalación de las dos primeras unidades de noche, antes incluso de la entrada en vigor de la Ley nacional. Con dos protagonistas principales, Eulen Servicios Sociosanitarios y Matia Fundazioa, se abrieron los dos primeros centros de noche en Vitoria-Gasteiz y Donostia-San Sebastián. El primero, propiedad de la Diputación Provincial de Álava y gestionado por Eulen, hubo de transformarse al poco tiempo de su apertura en un centro residencial al uso, por falta demanda (cuenta con 14 camas). El segundo subsiste actualmente en stand-by, en espera de ser reactivado como una unidad nocturna, integrada en el Centro Gerontológico Julián Rezola de Matia Fundazioa en Donostia.
Pero ¿en qué consiste realmente el recurso de centro de noche y a qué perfil de usuario se dirige?
Ambas unidades de atención nocturna se concibieron para atender a aquellas personas mayores que por diversas causas necesitaban atención especializada en horario nocturno. Generalmente, los centros de noche se recetan para enfermos de Alzheimer o con otras demencias neurodegenerativas, que en una fase moderada de su dolencia acusan cambios más notorios en su conducta, sobre todo al final del día y agravados por la fatiga, falta de luz u oscuridad. Son habituales en esta fase la irritabilidad, la deambulación nocturna, los gritos e incluso las agresiones no premeditadas o resistencia al cuidador. Son situaciones que estresan, si cabe, todavía más a cuidadores y familiares, que tras una supervisión continua del mayor durante el día, necesitan la noche para descansar y recuperar fuerzas.
Se trata de estancias temporales o no, destinadas sólo a pernoctación, para mayores que viven en su domicilio y que por una situación de soledad y/o demencia necesitan una vigilancia nocturna especializada. Estas unidades incluyen o pueden incluir programas de control y regulación del ritmo del sueño, terapias inductivas del mismo, pero todos ellos ofertan a las familias el transporte de recogida del enfermo a domicilio, dietas adaptadas de cena y desayuno, medicación y aseo personal, entre otros servicios. En las plazas públicas concertadas funciona el copago habitual ente la pensión del usuario y el suplemento financiero de las AA.PP. pertinentes.
Para Matia Fundazioa el objetivo de los centros de noche está “en apoyar a las familias para mejorar su capacidad de proporcionar un cuidado en buenas condiciones y así incidir positivamente en las dinámicas interfamiliares, muchas veces afectadas del estrés de los cuidados continuados”. En su centro Rezola, Matia reserva desde principios de década hasta siete plazas nocturnas, privadas, con horario de 19:00 a 9:00 y servicios tales como alimentación, atención personal, valoración de enfermería y asistencia en la medicación, servicio médico de urgencia o de valoración médica si se precisa. Esta instalación gerontológica cuenta además con un módulo residencial de 33 camas privadas y otras 95 concertadas y oferta 25 plazas diurnas concertadas
. .. y como protección contra la soledad
En el recién estrenado centro de Campanario (Badajoz), de promoción municipal y gestionado por la Asociación de Familiares y Enfermos de Alzheimer (Afad) Vegas Altas-La Serena, se incluyen diez plazas nocturnas (cuatro habitaciones dobles y dos individuales), concertadas con la Junta de Extremadura. El centro oferta además otras 20 plazas en horario diurno, que son incompatibles con las anteriores (el usuario sólo puede acceder a la ayuda pública para uno de los dos turnos de atención). La unidad de noche va dirigida a mayores dependientes con dificultades funcionales y sensoriales, cuyos cuidadores buscan una descarga familiar y descanso nocturno, y a aquellos mayores que buscan una protección contra la soledad, que además no implique un desarraigo de sus redes sociales. De hecho, la mayor parte de los usuarios de este recurso viven solos y han solicitado plaza por propia voluntad, para buscar compañía y protección contra los posibles percances nocturnos. El centro de Campanario, enclavado en una zona envejecida y rural, echa a andar como una experiencia piloto de la Junta que podría exportar el modelo a otras zonas de la región, si los resultados son satisfactorios. Con horario de ocho de la tarde a nueve de la mañana, el centro sirve dietas adaptadas, medicación, aseos y transporte a domicilio. La concertación pública se rige por el modelo de copago, en el que el usuario paga el 35% de su pensión, asumiendo la Junta la diferencia (en las plazas diurnas el mayor sufraga el 25%).
En Castilla y León, por ejemplo, la residencia pública Los Royales, de Soria, aprovechará una ampliación de sus instalaciones, para habilitar no antes de 2011 tres plazas de centro de noche. La medida está pensada para dar cobertura a aquellas familias que tienen problemas para compatibilizar su actividad laboral con el cuidado de los mayores, así como para normalizar el patrón de sueño de los usuarios o ayudar al respiro familiar. En la actualidad, el centro, dependiente de la Junta de Castilla y León, cuenta con 213 residentes asistidos.
Plazas privadas, pero concertadas
Los andaluces cuentan también desde julio de 2009 con su primera Unidad de Noche en la localidad sevillana de Tomares, promovida por la especialista en recursos sociosanitarios Asisttel Servicios Asistenciales. El centro cuenta con 15 plazas, repartidas en una habitación individual de 12 m2 y siete dobles de 18 m2. La financiación, todavía por ratificar, será pública y posiblemente muy parecida a la extremeña. Se habla de que el copago podría acercarse al 30% de la pensión sin transporte y al 40% si incluye el servicio, con precios del orden de 26 € y 33 € la noche, respectivamente. Asisttel, integrada en el grupo Velo Carrasco, ha habilitado el servicio nocturno en sus instalaciones centrales de Tomares, en donde también se ubica una unidad de día de más de 2.000 m2, con capacidad para atender a unos 300 usuarios.
Asisttel concibe el centro de noche para “incentivar la calidad de vida de las personas mayores con algún tipo de dependencia física, psíquica o social”. Los usuarios pernoctarán para descarga de los familiares-cuidadores, y podrán hacer uso de habitaciones con baños y otros equipamientos adaptados para personas dependientes. Todas están estructuradas en torno a un salón comunitario, para la convivencia de los usuarios. El centro atenderá sobre todo situaciones especiales y necesidades puntuales.
En Antequera (Málaga), el grupo madrileño Rosalba tiene previsto habilitar diez plazas de atención nocturna (cinco dormitorios dobles, con baño incorporado) en el centro de día, que funciona en la localidad desde hace meses. La unidad de noche parte de la demanda directa del Ayuntamiento de Antequera, que precisa plazas noctunas para atender necesidades puntuales; por ejemplo, las altas hospitalarias de mayores que no pueden regresar a sus domicilios, de manera inmediata. El centro de día, de 80 plazas, es una concesión municipal ubicada en terrenos anexos al Hospital de Antequera, con quien Rosalba quiere estrechar las relaciones de colaboración .
También desde la experiencia diurna se une a la iniciativa el centro lucense Abrite, que abrirá una vivienda comunitaria/miniresidencia de 14 plazas para estancias nocturnas y temporales, en el centro de esta capital gallega. Estaría indicado exclusivamente para usuarios de su unidad de día y para alivio ocasional y respiro de cuidadores. Abrite, que en la actualidad cuenta con 87 habituales en su centro diurno (autorizado para 93), ha llegado a un acuerdo con Serge Lucense para alquilar unas 12 camas, en su residencia Complexo Terapéutico Xerontológico A Veiga de la población lucense de A Pobra de San Xulián, mientras su centro de noche no esté operativo. Las tarifas nocturnas de Abrite, dependiendo del transporte, oscilarán entre los 30 y 36 € por noche.
Por su parte, Serge Lucense reserva hasta 40 plazas de estancias nocturnas, a disposición de todos los clientes que demanden el servicio. De ocho de la tarde a 9:30 de la mañana, el Complexo A Veiga incluye servicio de cena, desayuno y transporte, con tarifas adaptadas al nivel de dependencia del usuario. Para Serge Lucense, el centro de noche es una ampliación de servicios dirigida a usuarios con perfil activo de su unidad diurna (40 plazas), y para desahogo familiar con mayores dependientes y con un grado moderado de demencia.
Al igual que el centro extremeño de Afad, A Veiga está ubicado en un entorno rural que genera desprotección en los mayores; éstos sienten la soledad sobre todo en las horas nocturnas, en las que los riesgos de caídas y percances se multiplican. Para Serge Lucense, el centro de noche complementa su oferta residencial (178 camas), de atención diurna y de ayuda privada a domicilio. Es además una manera de fidelizar usuarios. Entre sus proyectos de futuro, la firma estudia encargarse de la gestión de centros de terceros.
Por horas y de sol a sol
El modelo desarrollado por Mapfre Quavitae se basa en un centro de día privado por horas y nocturno, que la firma acuña como “Club de 9 a 9”. Estrenado en su centro de Barcelona en 2008, funciona como un servicio de respiro para las familias con mayores a su cargo y para ayudas ocasionales. El Club se concibió para adaptarse a necesidades particulares con soluciones individuales para cada familia y se dirige a mayores de 60 años de Barcelona con diferentes niveles de dependencia y estados de salud y para apoyo puntual de cuidadores. Las familias pueden contratar atención diurna las horas que necesiten, con posibilidad de pernoctación, y el mayor podrá usar todos los servicios propios del centro de día (terapia ocupacional, rehabilitación física y psíquica) y de una residencia. Para Mapfre Quavitae “la experiencia ha sido muy positiva y por ello la entidad pretende trasladar estar experiencia a otros centros de la compañía”.
ruth.vazquez@alimarket.es