La necesidad de nuevas camas en Cataluña ha favorecido el desarrollo de inversiones privadas en una comunidad autónoma en la que la población mayor de 65 años aumenta porcentualmente cada año más que el parque geriátrico. En la actualidad existen 64 proyectos de iniciativa privada y pública, que paliarán en parte la situación, sobre todo en las ciudades y localidades con más de 50.000 habitantes, que son las que concentran buena parte de los proyectos. La llegada de fondos europeos ha animado a la Generalitat a retomar la inversión directa en la promoción de hasta tres geriátricos propios, todos en la provincia de Barcelona.1