La red de centros de medicina estética encabezada por Corporación Dermoestética podría cesar su actividad en los próximos meses. Así, la compañía está inmersa desde este mes de diciembre en un proceso preconcursal , durante el que tratará de seguir buscando el apoyo de un socio financiero para recuperar la liquidez que ha ido perdiendo en anteriores ejercicios. Mientras, los trabajadores habrían recibido ya el aviso de que, en caso de no prosperar futuras negociaciones, se procedería a extinguir la totalidad de los contratos de los aproximadamente 340 trabajadores que tiene el grupo.
La medida afectaría a las 45 clínicas operativas de las que dispone Dermoestética en España (en los últimos meses el grupo había procedido al cierre de nueve instalaciones en nuestro país), así como a los cinco centros que controla en Portugal y que se mantienen como única presencia exterior del conglomerado. Así, en ejercicios anteriores, el grupo había procedido ya a vender su filial inglesa Ultralase al fondo de capital riesgo británico 3i , en una operación valorada en 174,5 M£ (unos 243 M€ al cambio en la fecha).
Posteriormente, Dermoestética anunció la liquidación ordenada de sus filiales en Italia , cerrando las clínicas, en una maniobra que tuvo un impacto en la cuenta de resultados estimado por la propia compañía en 12,6 M€. En total, e incluyendo sus negocios en estos dos países, así como las clínicas cerradas en España, el grupo había contado con cerca de un centenar de clínicas y más de 1.000 trabajadores. Entremedias, también se habrían ido desestimando otros proyectos, como la entrada en Latinoamérica, la creación de una red de centros especializados en tratamientos para obesidad o el lanzamiento de una línea de cosmética de alta gama, de la mano del grupo cosmético Puig . Todo, mientras proliferaban los problemas económicos de la compañía, a medida que se hacía más patente la crisis de consumo en nuestro país.
Una mala experiencia en bolsa
En junio de 2013, Corporación Dermoestética salía definitivamente del parqué , después de que, meses atrás, se hubiera aprobado la pertinente oferta pública de adquisición. Se ponía fin ocho años de cotización en los que se vieron significativamente mermados tanto el valor de las acciones, como los resultados económicos de la compañía. Así, en 2013, Corporación Dermoestética obtuvo unos ingresos de 23,27 M€, frente a los 132,61 M€ que llegó a facturar en 2006. Desde enero del presente ejercicio, el grupo está controlado prácticamente en su totalidad por su fundador, José María Suescun, quien se hizo con las acciones que no controlaba a través de una operación acordeón.