El grupo constructor madrileño Arpada ha tomado la decisión de volver al sector geriátrico e intensificar su actividad como promotor de residencias, en contacto con distintos actores del sector (suelos, patrimonialistas, entidades financieras y operadores). Esta decisión se produce un año después de que su filial promotora Urtinsa vendiese su filial explotadora Valdeluz a Sanitas Mayores, en una transacción que dejó fuera los cinco inmuebles y un solar en Leganés, sobre el que la compañía mantenía un antiguo proyecto geriátrico en stand-by desde hace una década. Precisamente, Urtinsa acaba de traspasar en 2018 la titularidad de estos cinco inmuebles, sitos en Alcorcón, El Escorial, Carabanchel, Torrelodones y Colmenar Viejo (integrados en Sanitas Mayores, mediante contratos de arrendamiento a largo plazo), alfamily office Caboel.
En este contexto, Arpada ha decidido retomar ese viejo proyecto de Leganés e iniciar las obras de un futuro centro residencial de mayores, que estaría en funcionamiento en otoño de 2019, con 176 plazas, y bajo un presupuesto cercano a los 10 M€ en obra y equipamiento. La compañía empieza esta nueva etapa en calidad de patrimonialista, promotora y constructora, al tiempo que valora si volver a constituir o no una gestora, para retener la operación directa o indirecta del nuevo centro. En cualquier caso, el nuevo proyecto de Leganés se ajustará al modelo geriátrico de Arpada, pero con aspectos técnicos, asistenciales y de tipo residencial más evolucionados y enfocados a una generación distinta. Se apoyará además en "la flexibilidad arquitectónica, para abordar las situaciones de deterioro cognitivo, con enfoques hosteleros adecuados, residencias conectadas con acceso al mundo digital, etc."