La necesidad de contar con una red de centros específicos para atender a pacientes que demandan estancias más o menos prolongadas es ya una idea interiorizada y consensuada por todos, desde las administraciones públicas hasta los principales gestores hospitalarios. Estamos ante pacientes que, aunque requieren cuidados hospitalarios intermedios, no necesitan las últimas tecnologías de diagnóstico, ni quirófanos, ni en general todo lo que conlleva un hospital de agudos.
En este contexto, crear una red completa de recursos, que interconexionen desde la atención a enfermos agudos hasta los servicios domiciliarios, pasando por los hospitales media estancia y crónicos y las residencias para mayores, hasta los servicios domiciliarios (SAD y teleasistencia), generará, en opinión de todos los actores implicados, múltiples sinergias y un importante ahorro para todos.
Pero, pese a la unanimidad de todos respecto a esta necesidad, la complejidad para fijar la línea divisoria entre unos pacientes y otros y, por ende, entre los servicios más adecuados para cada caso, y sobre todo, las dificultades para crear pasarelas entre los servicios sanitarios y sociales y definir quien financia cada recurso (salud o bienestar social) sigue ralentizando el desarrollo de un sistema que, sin duda, supondrá una mejor atención y un mayor nivel de confort para los enfermos.
Sin duda es esta complejidad la que ha hecho que la implantación de hospitales de media y larga estancia esté siendo más lenta de lo esperado por todos. No obstante, hay comunidades, como Cataluña o el País Vasco, que ya llevan años consiguiendo excelentes resultados y a las que se van poco a poco sumando las demás.
Planes para todos
Desde que en 2012 se aprobara la Estrategia Nacional de Cronicidad, casi todas las comunidades autónomas han ido desarrollando sus propios planes, elaborados y adaptados a sus necesidades concretas. Aunque a un ritmo desigual, poco a poco se van implementando las medidas de coordinación y proyectos de nuevos recursos sanitarios y sociales.
En general la iniciativa está liderada por las administraciones públicas, mientras la presencia de los gestores hospitalarios privados, con o sin ánimo de lucro, se ha centrado sobre todo en la concertación de servicios con las administraciones y, en algún caso, en la explotación privada de algunos centros, que normalmente están especializados en patologías concretas.
Según el último Catálogo de Hospitales del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, la red de hospitales denominados "de geriatría y larga estancia" está formada por 119 centros en todo el país, mientras, el último Informe de Hospitales de Media y Larga Estancia en España en 2019, publicado por Alimarket Sanidad y Dependencia, refleja un total de 106 centros catalogados como "sociosanitarios", con 14.323 camas de media y larga estancia operativas. El informe detalla además un ranking con los principales propietarios y gestores de este tipo de hospitales en nuestro país, que lideran, al margen de los principales servicios de salud, la Orden Hospitalaria San Juan de Dios y el grupo catalán Hestia Alliance, a los que siguen los grupos Blauclinic y Casaverde, este último especializado en neurorehabilitación y daño cerebral.
Las necesidades de nuevas camas de media y larga estancia siguen animando tanto a las administraciones como a gestores privados a la ejecución de nuevos proyectos. El citado informe de Alimarket Sanidad y Dependencia contabiliza hasta once proyectos de reformas, ampliaciones y/o nuevos hospitales, que están actualmente en desarrollo. Sin duda, cabe citar la presencia de nuevos proyectos en la comunidad de Illes Balears, donde la Orden Hospitalaria San Juan de Dios ponía en marcha el pasado mes de octubre un nuevo hospital en Inca, que dará servicio en régimen de concierto al Servei de Salut de les Illes Balears. Al centro hospitalario recientemente inaugurado por la entidad no lucrativa se sumarán las tres iniciativas públicas del Govern Balear anunciadas ya en años anteriores (Complejo Sociosanitario Son Dureta, Hospital Verge de Toro y Hospital Sociosanitario Can Misses) y una más aprobada en los primeros meses de este año, para levantar el centro hospitalario de Llevant en Felanitx (Mallorca),
