La directora general de Dependencia, Discapacidad y Mayores de la Consejería de Servicios Sociales y Gobernanza Pública de La Rioja, Carmen Benito Martínez (asumió el cargo en enero pasado), presentaba el pasado jueves 19 de mayo las novedades del servicio de teleasistencia del Gobierno de La Rioja.
Carmen Benito anunció que el gobierno regional decidía no prorrogar el contrato que se venía renovando con Cruz Roja y resultaba ahora adjudicataria la empresa Sacyr Social, según se publica en varios medios locales. En este sentido, Benito precisó que fue el pasado 28 de febrero cuando finalizó el contrato que el Gobierno de La Rioja tenía con Cruz Roja para la gestión de este servicio y que, desde el 1 de marzo, asume Sacyr Social.
Hasta la fecha del relevo en la gestión, 2.550 usuarios de La Rioja eran dependientes del servicio de teleasistencia pública. Con el nuevo contrato, el objetivo es llegar a los 4.300 dispositivos, lo que permitiría eliminar la lista de espera actual. En este sentido, según los datos aportados por Carmen Benito, la región ha pasado, de una lista de espera de 1.191 solicitantes en febrero, a los 815 actuales. Asimismo, desde el pasado mes de marzo se ha procedido a la instalación de 250 dispositivos adicionales mensuales, con el objetivo de llegar a la implantación de 4.100 dispositivos básicos y 200 periféricos antes de finalizar el año. La responsable de Dependencia, Discapacidad y Mayores señaló que la instalación de estos dispositivos periféricos supondrán “un avance en la seguridad y atención de los usuarios”.
Por otro lado, el Gobierno de La Rioja también ha ampliado la plantilla con diez profesionales más, tres teleoperadoradores más que con el anterior contrato, cinco oficiales más de unidad móvil, y dos instaladores más que con el anterior contrato. En total, la plantilla del servicio de teleasistencia está formada ahora por 27 personas.
El gobierno de La Rioja señala que el servicio de teleasistencia es un servicio de carácter social, que permite apoyar en su domicilio a aquellas personas que se encuentren en situación de dependencia, “proporcionándoles una serie de atenciones personalizadas que pueden mejorar sus condiciones de seguridad en la vida cotidiana, potenciar su independencia y su autonomía personal”.
