El vicepresidente del Governy conseller de Economía y Hacienda, Pere Aragonès elevó el pasado viernes la inversión que el ejecutivo catalán destinará de forma inmediata a los cinco proyectos hospitalarios polivalentes anunciados días atrás, hasta los 85 M€. El objetivo, según Aragones es " multiplicar la capacidad de respuesta del sistema sanitario para poder hacer frente a la evolución de la pandemia". Los nuevos edificios complementarán a los hospitales Arnau de Vilanova de Lleida; Germans Trias i Pujol de Badalona; Bellvitge, de L'Hospitalet de Llobregat; Moisès Broggi, de Sant Joan Despí y al Parc Sanitari Pere Virgili de Barcelona. El montante comprometido permitirá incorporar 490 camas nuevas para pacientes críticos en las primeras semanas de 2021. Cada centro tendrá un coste estimado de entre 11,5 y 13 M€, al que hay que sumar el equipamiento necesario, en función de los usos y servicios instalados en cada uno de ellos.
El concepto de espacio hospitalario polivalente nace de la experiencia catalana en la primera ola de la pandemia, donde se generaron situaciones de emergencia que bloquearon los dispositivos asistenciales disponibles. Impulsados por el Departamento de Salud y desarrollados conjuntamente con el estudio PMMT Arquitectura, los nuevos hospitales serán espacios que permitan dar una respuesta rápida a situaciones de pandemia, ideados para ampliar la infraestructura hospitalaria existente, incorporando las máximas prestaciones y ocupando la mínima superficie posible. Los nuevos hospitales polivalentes se han diseñado buscando la máxima flexibilidad y adaptabilidad e usos. De hecho, funcionarán como un complemento o extensión de los hospitales a los que complementan, reforzando la red existente, y permitirán absorber los pacientes que requieran cuidados intensivos (UCI), con entre 72 y 108 plazas, distribuidas en tres plantas de entre 24 y 36 camas.
Los cinco hospitales polivalentes tendrán una vida útil de 30 años, ya que se concebirán como construcciones estables, sólidas, seguras y polivalentes. Serán espacios modulables y adaptables a todas las situaciones de pandemia, rebrotes y postpandemia. Ayudaran en el aislamiento de personsa positivas en Coid-19, yliberarán así las áreas asistenciales del hospital principal, para que éste pueda mantener la actvidad ordinaria. Mientras, en la postpandemia, servirán de soporte asistencia para recuperar la actividad ordinaria y asumir otros usos asistenciales y quedarán como una reserva estratégica, como centros activables en 24-48 horas, en caso de brote o pandemia. Entre otras posibilidades, los nuevos centros permitirán aumentar la actividad quirúrgica, en la futura etapa post-Covid.
En total, los nuevos espacios permitirán a Cataluña alcanzar una capacidad de 1.400 camas para enfermos críticos estables, que se podría ampliar, si fuera necesario. Los edificios están ideados pra atender también las necesidades del futuro del sistema de salud catalán, más allá del Covid-19, explicaba la consellera de Salut, Alba Vergés, que apuntaba también que "cada espacio podrá ser utilizado por el hospital de referencia que lo gestione, en los diferentes ámbitos que más necesite: urgencias, consultas externas, vacunaciones....". Asimismo la consejera catalana destacaba el refuerzo realizado en la atención primaria al que ha de seguir un esfuerzo por reforzar también la estructura hospitalaria.