La gran distribución ha apostado por la renovación tecnológica de equipos, sabedora de que para innovar en el punto de venta también es necesario invertir en productos tecnológicamente avanzados. A pesar de que buena parte de estas inversiones se están dirigiendo, en primer lugar, a renovar el mobiliario de frío, en la búsqueda del ahorro energético, se observa también cierta reactivación del sector de balanzas comerciales, en este caso, motivado por la reforma y puesta al día de las secciones de frescos, hacia donde se dirigen las principales estrategias comerciales. Así, y ante la dificultad que todavía presenta el mercado nacional para alcanzar nuevos contratos, el sector de balanzas comerciales se ha involucrado en el trabajo directo con sus actuales clientes en relación a sus planes de aperturas y/o renovación de establecimientos, al tiempo que continúa sustentado en la demanda de pequeños y medianos comercios. De cara a futuro, además, se espera ir compensando la baja inversión de los últimos años, en la medida en que todavía quedan muchos equipos pendientes de renovación que datan de la campaña del Euro y que no han sido renovados por causa de la crisis económica. En la actualidad, según las fuentes consultadas, la cifra de negocio de este mercado podría rondar los 30 M€, si nos atenemos a las balanzas electrónicas susceptibles de ser utilizadas en transacciones comerciales (con aprobación metrológica).
En el lado de la gran distribución, se observa una tendencia a la renovación estética y tecnológica de las balanzas, necesaria en el rediseño de sus secciones de frescos, que imitan ya en muchos casos al tradicional mercado de abastos. Más, si tenemos en cuenta que este departamento se ha convertido en un elemento de competencia y diferenciación, incluso, del que en buena parte depende mejorar las ventas de los operadores. Tal y como corrobora Javier Déniz, Director Gerente de Dibal, “en las cadenas que están optando por potenciar sus secciones de perecederos, sí estamos notando un mayor interés por las balanzas de gama alta, especialmente las que aportan un valor añadido, como las pantallas a color en el lado del comprador o la interfaz de usuario táctil”.
Dependiendo del modelo comercial, la demanda de balanzas se ha inclinado hacia uno u otro tipo de prestaciones y servicios. En el caso de la venta autoservicio en frutería, los operadores han apostado de manera clara por la balanza con pantalla táctil, con la que el cliente interactúa de manera directa y, por tanto, “resulta fundamental facilitar el proceso de compra y reducir al máximo los errores derivados de una selección incorrecta”, explica Déniz. Si nos referimos a las secciones con venta asistida que, por otro lado, siguen creciendo por el retorno de la venta a granel en perecederos, las sustituciones se han dirigido al uso de balanzas PC, que además de ofrecer ayuda al vendedor son capaces incluso de gestionar la publicidad en el punto de venta. Hablamos en este caso de balanzas que cumplen, además, todas las funciones necesarias para una correcta gestión y control de la mercancía que se vende, siendo una herramienta más de eficiencia en el punto de venta.
Y es que, los equipos inteligentes de pesaje que integran sistemas basados en PC Microsoft Windows o Linux constituyen una fuente fundamental para analizar las áreas de rentabilidad del negocio de una tienda, aportando mucha información para una buena gestión de un departamento tan complejo como es la sección de frescos. Estos equipos aúnan la tecnología del pesaje electrónico con la arquitectura de un ordenador convencional añadiendo un interfaz al usuario con pantalla táctil, que permite el acceso remoto a la balanza PC desde un ordenador personal. Tal y como apunta Pedro Pinho, Director General de Bizerba, “el software está tomando cada vez mayor importancia en el aprovechamiento máximo de los dispositivos de pesaje, ya sea el interno que alberga la balanza como el externo que permite al personal de TI mantener diagnósticos y monitorización del parque de equipos en tiempo real, posibilitando una respuesta en tiempo real a cualquier incidencia que se produzca”. Este incremento en el rendimiento de la tienda, compensa así la inversión del cliente en este tipo de equipos más sofisticados. Según explica Francesc Forastier, director de la división de Retail de Mettler Toledo, el retorno de la inversión (ROI) de las balanzas PC es claro, medible y calculable. “Viene dado por el incremento de ingresos derivado de la emisión de publicidad en pantalla, el aumento de ventas cruzadas y el couponing y por la reducción de costes en los departamentos de informática y mantenimiento de equipos”.