La crisis sanitaria ha supuesto un antes y un después para la venta online. El ecommerce ha roto en los últimos meses muchas de las barreras que se le planteaban y las principales cadenas de distribución han reforzado su operativa tras un primer momento de desconcierto en el que vieron desbordada su capacidad. También muchos otros pequeños comercios se han lanzado al canal digital y algunas de las principales marcas están ofreciendo sus productos de forma directa y sin intermediarios. La incógnita es si el ecommerce mantendrá la tendencia de crecimiento. Los datos invitan a pensar a que el canal online está ante su gran oportunidad, aunque para los operadores el futuro todavía presenta grandes desafíos. Entre ellos, y el más importante, conseguir minimizar el coste transaccional de sus operaciones.