La crisis sanitaria ha supuesto un acelerador para la venta online de productos de gran consumo, lo que supone una enorme oportunidad de mercado para todos los players. Amazon o Ulabox avanzan en su estrategia, dando mayor relevancia al producto fresco; principal motor de crecimiento del canal digital a futuro, al tiempo que pieza clave para lograr fidelidad y recurrencia de compra. Por su parte, las cadenas de distribución tradicional siguen reforzando sus modelos omnicanal como ventaja competitiva, mientras que el mercado de entregas ultrarrápidas, propulsado por plataformas tecnológicas de última milla, nos adentra en una nueva era, el Qcommerce. El precursor fue Glovo y rápidamente se han unido startups de nueva creación como Dija, Blok o Gorillas, capaces de realizar entregas en 10 minutos y cuyos modelos suponen una disrupción de la cadena logística tradicional. Han lanzado sus propios supermercados en las grandes capitales, donde se asienta su perfil tipo de cliente, y paralelamente, están tejiendo una red de alianzas con la distribución y el comercio local. Se avecina una nueva era de grandes cambios.