La concentración de la oferta mundial de aceite de oliva en España y la retirada del arancel en EE.UU. propiciaron unas salidas casi récord (1,63 Mt) y un aumento del 46% de la cotización media en nuestro país, que se cifró en 2,86 €/kg en la última campaña, según los datos de Poolred. Sin embargo, en 2021, comenzó a normalizarse la demanda de aceite de oliva tras el impulso que favorecieron la pandemia y unos precios asequibles. En la distribución nacional, la venta de redujo un 6-10% y las MDD ganaron dos puntos entre comienzos del otoño de 2020 y principios del otoño de 2021. A nivel empresarial, Deoleo se ha mantenido en números positivos y ha iniciado un nuevo plan comercial, el grupo Migasa/Ybarra ha avanzado en embotellado y Dcoop, Acesur, Jaencoop y Oleoestepa han emprendido una relevante acción inversora. El ramo cooperativo ha dado nuevos pasos hacia la retención del valor añadido y enfoque al mercado, como evidencian la compraventa de JBRS, la entrada de Oleocampo y Virgen de Zocueca en Mercadona y el paso de Coperalia a manos de Coop. San Sebastián ('Benalúa'). El sector parece haber tomado conciencia de la necesidad de afrontar asignaturas como la producción temprana, la reconversión del olivar y el fomento de la calidad. Además, 2021 ha dejado algunas normativas que pueden contribuir al aseguramiento de una mejor renta y la trazabilidad.