El sector conservero ha sufrido las consecuencias de la crisis global de suministros y del colapso de la logística, a lo que se une las consecuencias de la vuelta a la normalidad de los índices de consumo tras la pandemia. En concreto, la demanda interna de conservas cayó por encima del 5% tanto en volumen como en valor, a lo que se suma un retroceso de las exportaciones realizadas entre enero y noviembre (-5,5%), pese a lo cual, esta partida se consolida como el motor del mercado conservero . Casi el 69% de los ingresos de esta industria ya proceden del exterior. Todo ello derivó en una histórica bajada del 8% en la producción del sector, según datos de Anfaco-Cecopesca, que se sitúa en los niveles más bajos de la última década, y en una importante merma en los beneficios de los operadores y en sus ratios de competitividad, que se han volcado en la búsqueda de alternativas. La principal es intentar trasladar al mercado parte del incremento registrado por sus costes industriales, una subida de precios todavía moderada a la espera de ver cómo responden ante ella distribución y consumidores. La segunda pasa por hacer crecer el mercado dotándole de valor. En este sentido, los esfuerzos se han centrado en buscar la diferenciación en el punto de venta, con innovación y nuevas propuestas gourmet, saludables, ecológicas o con sabores inéditos. Y la tercera es la multiplicación de la eficiencia y los niveles de productividad, para lo cual, las compañías que operan en el sector están acelerando sus planes de transformación industrial y digitalización, con inversiones para estos ejercicios en infraestructuras y tecnología que superan los 200 M€. A estas habría que sumar la prevista por Jealsa, que prepara la puesta en marcha de una biofábrica, con más de 160 M€ de inversión en los próximos cinco años. Jealsa, precisamente, se mantiene un año más como líder del sector en nuestro país, sucedida por Grupo Calvo, Frinsa, Garavilla, IG Montes, Conservas Dani, ‘ Campos ’ o Hijos de Carlos Albo, compañías que encabezan el ranking de apertura de este informe, en el que se incluyen datos de ventas, producción y exportaciones de las principales 60 conserveras en España. Igualmente, se ofrecen cifras de consumo del mercado interno por categorías y marcas; datos de comercio exterior por familias y mercados de destino, y una extensa relación de las principales inversiones que tiene actualmente en marcha la industria conservera y de la evolución del precio de los túnidos en el último año.