Durante el año 2022, el sector de pastas alimenticias tuvo que soportar el aumento de los precios de las materias primas, la energía, el envase y el transporte, lo que repercutió en el precio final del producto. La inquietud se instaló en las empresas que, aunque aumentaron su facturación de una manera exponencial como consecuencia de la inflación, afrontaron un ejercicio complicado. Los datos aportados por el panel del consumo del MAPA muestran un descenso del 1,53% en volumen hasta septiembre, pero un aumento del 20,62% en valor.