La inflación ha hecho mella en el sector de la conserva de pescado y marisco, con una nueva subida de los costes industriales y una importante reducción del consumo, especialmente en el ámbito nacional, donde la demanda ya se sitúa por debajo de los niveles de 2017. Concretamente, según el Mapa, el consumo en el hogar se redujo un 7,9% para el interanual a septiembre, una bajada que afectó incluso a la valoración del mercado pese a que los precios crecieron una media del 7% en este periodo. En esta misma línea se manifiesta IRI, quien apunta además a que fue la MDD la que registró una mayor subida de precios, lo cual no ha impedido que siga siendo la familia que mayor volumen aporta al mercado, tras haber elevado su cuota de mercado en volumen un punto, rondando así el 80% de cuota.El efecto de la inflación sobre el consumo de conservas no se limita, no obstante, al mercado español, sino que también ha impactado en el resto del mercado europeo, principal cliente de la industria conservera española. Esto hizo que se recortaran un 3% las ventas al exterior en los primeros diez meses del ejercicio, pese a lo cual, este negocio sigue representando la principal fuente de negocio de la industria. De ahí que se haya acelerado la internacionalización de la industria, que busca nuevos mercados en los que crecer, con EEUU, Asia o Latinoamérica en el punto de mira, aunque países como Alemania o Reino Unido figuren también como potenciales destinatarios de la conserva española. Para abordar con garantías los mercados internacionales se precisa de una mayor competitividad, impulsada por la transformación industrial del sector, que sigue destinando millonarias inversiones a modernizar sus estructuras ampliando capacidad e incorporando activos más eficientes y sostenibles. El triángulo de la internacionalización, se completa con la innovación, traducida en nuevos productos donde el sabor y la calidad priman, así como la conveniencia, materializada en nuevos envases como el pouch, que gana presencia en los lineales de la mano de Bolton Food (‘Isabel’).El presente informe analiza en profundidad estas cuestiones, así como la estructura actual del sector conservero en términos empresariales, donde conviven gigantes especialistas en túnidos como Grupo Jealsa, Frinsa, Grupo Calvo, Bolton Food, IG Montes o Salica (‘Campos’) con otras compañías de pequeño y mediano tamaño especializadas en productos como las anchoas, la caballa o la melva. Todas ellas figuran en el ranking del sector, en el que se incluyen datos de ventas, producción y exportaciones de las principales 65 conserveras en España. Igualmente, se ofrecen cifras de consumo del mercado interno por categorías y marcas; datos de comercio exterior por familias y mercados de destino, y una extensa relación de las principales inversiones que tiene actualmente en marcha la industria conservera y de la evolución del precio de los túnidos en el último año.1